Los tres cerebros, por Manu Medina

Los tres cerebros

El cerebro triuno o triúnico es un concepto desarrollado por el neurocientífico Paul Mac Lean para hacer referencia a las tres partes o cerebros especializados en los seres humanos. Estas partes se desarrollan en diferentes momentos del ciclo evolutivo, por eso se dice que se crean de abajo hacia arriba. Es decir, la parte más antigua y primitiva del cerebro se desarrolla en el útero, mientras que el cerebro emocional se organiza en los primeros seis años de vida y la corteza pre frontal se desarrolla al final.

La física avanzada y la tecnología convirtieron la neurociencia en uno de los campos de investigación más populares y han permitido comprender mejor cómo funciona nuestro cerebro triuno (tres tipos de cerebros en uno).

En estos tres aspectos coinciden tanto la Neurociencia dentro de los comportamientos instintivos del ser humano, al definir los tres centros de actuación como Rectilíneo, límbico y Neocórtex. Claudio Naranjo reconocido psiquiatra y escritor chileno y uno de los pioneros y máximos referentes de la psicología transpersonal nos habla de sentir, pensar y actuar al igual lo hace George Ivánovich Gurdjíeff que fue un maestro místico, escritor y compositor armenio. este fue quien hablo de la evolución del hombre como es el resultado del crecimiento y nombrando los tres centros de actuación como sentir, pensar y actuar.

El Neocórtex o neocorteza se considera el área cerebral responsable de nuestra capacidad de razonamiento, permitiendo el pensamiento lógico y la consciencia. Se trata del área del cerebro que permite todas las funciones mentales superiores y las funciones ejecutivas. Se considera que el Yo y la autoconciencia se deben al funcionamiento de esta zona del cerebro. Pues bien en base a la evidencia de la ciencia, en el teatro Brut mantenemos la idea de que si la discapacidad intelectual es la disminución de las capacidades cognitivas, estas pertenecen al cerebro del Neocórtex, dejando que los otros cerebros el límbico y el Reptiliano, casi, campen a sus anchas. 

Por lo tanto entendemos que los filtros conductuales, las barreras de la creación, los limites de la imaginación están un poco mas lejos de lo que las personas que no tienen esta condición, -la de la discapacidad intelectual-, a priori las personas que no tienen discapacidad intelectual parten de campos mas bastos para la creación, con esto no quiero decir que las personas que no tengan esta discapacidad intelectual no sean capaces de crear arte, todo lo contrario, la unión de los tres cerebros hacen que la creación y el arte sean sublimes y de un alto grado de atracción.

En lo concreto, en el teatro Brut mantenemos la hipótesis de que las personas con discapacidad intelectual tienen una predisposición innata para la creación, ya que sus filtros, sus pensamientos, la conciencia de si mismo, el conocimiento de si mismo, et. están mermados por la misma discapacidad intelectual.

Para ello y a continuación os mostraré a grandes rasgos las propiedades de cada parte del cerebro y cual es su labor:

Pensar nivel cognitivo. (Neocórtex) Las habilidades cognitivas sirven para que quien las utilice pueda desarrollar habilidades ó estrategias que le permitan utilizar sus conocimientos en la resolución de problemas de la vida cotidiana.

Por lo tanto son procesos mentales que ayudan a las personas que las emplean a retener y comprender la información, experiencia, sensación, etc. del mundo que les rodea.

Sentir Nivel emocional (Sistema límbico)  La expresión teatral tiene su génesis y fundamento en la expresión dramática, aquel tipo de conducta en la que los seres humanos, en su comportamiento cotidiano, hacen uso del juego de roles.

Donde el entrenamiento del mundo emocional nos ayuda transgredir nuestro propios límites y probarnos a entrar en aquellos sentimientos que nos requiere el personaje a tratar.

Actuar nivel conductual. (rectilíneo) En Teatro, la acción dramática expresa los movimientos que se originan en los niveles internos y externos llamados acción emocional y acción física de los personajes. Los cambios que genera la acción dramática transforman al personaje, a su oponente y a su entorno social, a la vez que desvela la trama de la obra a representar.