…o mejor dicho, los tres planos del relato.
Todo relato debe estar conformado por tres planos, que hay que cuidar individualmente y como un conjunto. A continuación describimos sintéticamente cuales son estos planos a tener en cuenta.
Plano #1: Es el más superficial, es el plano de lo que está escrito. Es lo que vulgarmente llamamos argumento y suele seguir una estructura similar a esta:
- Situación inicial > Conflicto > Acción > Desenlace > Situación Final
Si alguien nos pregunta “¿de qué va esta novela?” Seguramente contaríamos este plano de la narración.
Plano #2: Es el plano intermedio y en él está impresa la autoría del escritor. Es decir que cualquier escritor puede escribir sobre un mismo argumento, es decir que podrá “robar” el plano #1 de un relato, pero ninguno será capaz de imitar este plano a la perfección. Es el “cómo lo cuenta”, el estilo del autor. En él se incluye qué datos selecciona el autor para contar, y cómo lo hace. A esto también se le llama discurso narrativo.
Plano #3: Es el plano más profundo y tiene que ver con qué es lo que realmente quiere contar el autor. También está relacionado con el “cómo lo interpreta el lector”, al final con qué se queda. En una novela infantil diríamos que es la moraleja de la historia.