Estuve un poco desanimada y algo cansada los días anteriores; creí que no tenía ganas de escribir, pero no: lo que pasa es que tengo algo que escribir atorado, y eso me detiene de escribir otras cosas. Como cuando hacía mi tesis: si no ponía manos a la obra en ello, lo demás se obturaba... Creo que la energía tiene un cauce hacia su propósito, y que cuando no la dejamos ir por ahí, se dispersa o incluso se encharca atrofiando lo que haya alrededor.
Así que me haré el tiempo para escribir lo que estoy necesitando comunicar. Ya tengo suficiente experiencia en enfermar, metafórica o literalmente, por no sacar lo que necesita salir.
Silvia Parque