Para peor, sigue imperando la misma cobardía narrativa de siempre: el irreal y luminoso optimismo (con golpes de suerte que ya nadie debería creer) es lo que "se esconde" debajo del presunto pesimismo y desenfado o libertad intelectual que nos venden en las portadas. Al final todos viven felices para siempre, y los milagros ocurren... Porno gore, qué más...
