Cuando ya parecía que LOST había salido de mi vida y que me había resignado a continuar mi historia sin Sayid ni Sawyer (por mucho que me pesara), la diosa fortuna me vuelve a recordar una gran verdad: nosotros no elegimos ir o venir, entrar o salir de la Isla. La Isla decide por nosotros y, si ella lo considera así, le pertenecemos.
Yo también soy la Isla. Y si no, que alguien me diga por qué narices me persigue allá por donde me llevan mis pasos... por la calle, en las camisetas de los transeúntes. En mis viajes. Y ahora... ¡hasta en el WOW!
Mirad lo que me encontré esta tarde cuando buscaba rares por Cuenca de Sholazar: ¡LA ESCOTILLA!
Aquí tenéis a Tintoverano, mi trol cazadora haciendo el canelo cual John Locke.
Se trata de una minúscula islita enmedio del lago principal de la zona, donde podemos ver una escotilla con unos números grabados que a primera vista no coinciden, pero si les restáis uno...
Os dejo la situación exacta, por si jugáis al Wow y queréis echarle un ojo:
Para que os hagáis una idea, encontrar algo de mi serie favorita dentro de mi juego favorito es como si os encontráis un fajo de billetes de quinientos lauros y, cuando los vais a contar, halláis un billete de lotería premiado entre ellos. Vamos, que no quepo en mí mísmamente.