La luna del halcón está impregnada del lenguaje onírico del supramundo y se relaciona con el inconsciente, en el sentido del potencial positivo que al despertar torna visible el arte y la creatividad; en sombra se presentará como dificultad para integrarse y apertura sofocada.
Por estar vinculada al arte, la energía de esta luna se conecta directamente con la belleza que emerge al dejar de lado el ego que condiciona la creatividad; es un buen momento para prestar atención a aquellos proyectos a los que conduce la intuición porque surgen desde lo más profundo de la conciencia.
Llamamos realidad al mundo tangible, pero en las entrañas de la tierra así como en las alturas a las que alcanza el halcón se representan perspectivas de evolución que fueron enunciadas por la cosmología maya. Conviene alinearse en consecuencia y fluir con las energías lunares de este arquetipo ancestral.
Collares en la historia
Ornamento propio del sexo femenino en la actualidad, adornó cuellos y pecheras de monarcas en las antiguas civilizaciones de Oriente, siendo muy apreciado en Egipto donde los orfebres competían en diseño y valor 4000 años atrás. Fueron los griegos quienes crearon el collar en forma de cadena, y en la antigua Roma las perlas de varias vueltas llegaban hasta la cintura alternando con metales preciosos, resultando precursoras de la casa Chanel.
El imperio bizantino engalanó a los sultanes con collares ornados de piedras preciosas; la Edad Media dejó de lado el empleo en el género masculino, con excepción de las cadenas de las que pende el símbolo de la cruz para los prelados eclesiásticos y las condecoraciones honoríficas. Fue por esta época en que las mujeres nobles comenzaron a emplearlo sobre la piel y no superpuesto al vestido, destacando de esta manera el escote con su empleo.
Actualmente integra la vestimenta como símbolo de identidad de algunos pueblos, siendo utilizado por las comunidades indígenas como parte del vestuario de gala en ocasiones especiales; también se emplea para sostener un dije o pendiente como amuleto protector. El collar más caro de la historia fue vendido por la casa Sotheby´s en algo más de 20.000.000 de euros, perteneció a la heredera Bárbara Hutton y está compuesto por 27 piedras pulidas de jade de la dinastía Qing, engarzado con un cierre de rubíes y diamantes de la joyería Cartier.
El origen y significado del valor que se le asignaba en cada civilización se ha perdido, pero la explicación respecto de su empleo por los poderosos de siglos pasados se vincula con la magia: el círculo cerrado como símbolo representa al mundo oculto, de ahí la predilección de los diversos gobernantes imperiales por este artículo suntuario y de rigurosa actualidad.
Nostalgias de Quito
La Mariscal fue el barrio bohemio y moderno que nos alojó en la primera parte del periplo, pleno de locales comerciales, tiendas de diseño y confortables alojamientos entre los que elegimos el hotel Reina Isabel. Recuerdo con placer el recorrido por el Mercado Artesanal y las cenas en los restaurantes de Plaza Foch, en los que se escucha hablar en todos los idiomas dado el flujo de turistas que la visitan a diario.
En nuestros últimos días en Ecuador su fabuloso Centro Histórico resultó un polo de atracción irresistible, y entonces el hotel Real Audiencia situado frente a la Plaza de Santo Domingo fue nuestro hogar durante unos días. Una y otra vez caminamos sin prisa por las inmediaciones y todos los días la calle La Ronda, la más antigua de la ciudad, nos recibió con su historia y su tradición de artesanos, artistas y escritores.
Ecuador y la amabilidad de su gente, sus paisajes magníficos y el respeto a sus tradiciones dejaron un recuerdo imborrable en nuestros sentidos. Algún día volveremos a ese país entrañable, mientras tanto una nostalgia agradecida por las vivencias que nos brindó surge ante cada referencia al país del medio del mundo.