Luna llena... De junio

Publicado el 14 junio 2014 por Mbbp

La luna se reflejaba en las viejas tejas, dibujando sombras. Era una noche calurosa del mes de junio, cerca ya del solsticio de verano. La humedad del mar cercano se respiraba en el aire…

El gato, como cada noche, estaba estirado entre las tejas boca arriba, contemplando su amada luna…

Como cada noche, cerró sus felinos ojos y miró la luna radiante desde el corazón, como le gustaba hacer, desde ese tejado que no hacía mucho tiempo había estado poblado de flores amarillas que, discretamente, había dejado su amada princesa, ahora distante y silenciosa…

Y, con los ojos cerrados, sintió como cada noche la presencia de sus niñas queridas y las vió jugando alegres sobre la manta de algodón estampado, en el prado que había junto a la orilla del lago plateado, allí donde acababa el sendero que cruzaba el bosque encantado. Y también vio a su bella y amada madre, que leía plácidamente recostada sobre la misma manta, con un viejo libro en sus estilizadas manos…

Y las sintió lejanas, pero felices, ajenas a ese mundo ruidoso y caótico donde el gato habitaba, aunque en sus sueños más profundos estaba allí, cada noche, con ellas

Y sonrió al sentirlas felices, como cada vez que la luna, nueva o llena, iluminaba su velada en aquel tejado antaño adorado, donde ahora no había más que sombras de la radiante luna y ese silencio que invita a soñar…

Y la luna llena le hizo soñar, de nuevo. Le trajo recuerdos de ese bosque encantado con su lago plateado, en el que se reflejaba la luna, allá en el Mar del Norte, donde el gato hubiera deseado estar esa velada, junto con ellas, jugando felices y compartiendo esa magia que solo los gatos tienen capacidad de compartir desde el Alma en soledad, con el corazón abierto de par en par y los ojos cerrados, para trasladarse allá, el lugar en donde dicen nace el arcoiris, en el Mar del Norte…