Luna llena… en una mirada infantil

Hoy es vuestra primera luna llena en la vida, mis queridas niñas! Con vuestros ojos de sorpresa y en brazos de vuestra mamá seguramente vereis una bola luminosa en la oscuridad que llamará vuestra atención! Y en vuestros pequeñitos ojos de niña se reflejará toda su brillantez! A partir de hoy, en vuestra vida veréis muchas lunas radiantes como ésta y quizás algún día sepais descubrir en ella su magia y podáis recibir de ella toda su energía, como ya lo hace vuestra mamá!

Os parecerá que algunos mayores estamos un poco locos, que somos como gatos desde nuestro tejado benerando un simple círculo blanco en la oscuridad de la noche! Pero con el tiempo aprendereis que ese cielo oscuro es inmenso, está poblado de miles de lucecillas tintineantes y que, de vez en cuando, aparece esta vuestra luna blanca, iluminando desde muy cerca nuestra oscuridad! Y quizás vuestra querida mamá os explicará que todo eso que hay allí en la bóveda celeste, ante vuestra mirada, es inalcanzable y está demasiado lejos de todos nosotros para poderlo tocar. Que para que veáis ahora esas miles de lucecitas han tenido que pasar muchos miles de años para que llegaran a vuestra retina… pero que ya están y siempre estarán allí! Que bastará que contempléis el plateado mar para poder apreciar y difrutar del fiel reflejo de la luna para poder soñar y soñar…

Yo os explicaría, niñas mías, que un sueño es solo un sueño, como un reflejo es tan solo un reflejo! Y que la vida nuestra no puede ser más que un sueño no vivido, ni tan siquiera un reflejo de una ilusión! Que soñéis en la luna llena, sí, pero que deseeis alcanzarla en vuestra vida porque ella os está esperando y, como el amor, os iluminará! No os conforméis con soñarla ante un mar plateado, ni bailéis al son de su reflejo en las olas… enseñadnos vosotras el camino para hacer del amor y la mágica luna una maravillosa realidad! Tenéis toda la vida para hacer lograrlo…

Pero también os diría que vosotras sois para mí hoy un simple sueño y un reflejo de mi amor verdadero, no hecho aún realidad! Y que, aunque uno aprende a convivir con un sueño de eterno amor, también a ratos echo de menos no teneros hoy en mis brazos, no acariciar vuestra suave piel y no ver vuestra mirada infantil y risueña, ante mis amorosos gestos, bajo la ténue luz de la luna! Y, aunque siempre estáis en mi corazón, mi ilusión de veros mis ojos continúa iluminando mi vida y mi día a día, como siempre lo hará, porque hay verdadero amor! Aprended como yo a confiar en la vida, a amarla de verdad y soñad junto a mí que alguna luna llena no muy lejana quizás convertirá nuestros sueños en una realidad!

Mirad hoy esta magnífica luna llena, hijitas mías, amadla y soñar en ella cada noche que podáis y mirad su reflejo en el mar junto a vuestra mamá… y recibid siempre su energía para lograr vivir algún día vuestro particular sueño, sea el que sea, y se haga realidad! Nosotros los mayores a veces olvidamos que soñando y después viviendo lo que sentimos, cualquier deseo se puede alcanzar! La vida no es solo soñar, sino para vivir y sentir, compartiendo la felicidad!

Amad siempre mucho a vuestra mamá y recordad que bajo cada luna llena que a partir de ahora miréis, siempre hay y habrá un gato silencioso que, desde la distancia, os quiere a las tres de verdad… y al que también le gusta soñar en colores para luego hacerlo realidad!

Sonata del claro de luna (Glenn Gould)

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