Lunes amargo (Nicci French)

Publicado el 07 febrero 2013 por Montse @almaprendida
Datos técnicosTítulo: Lunes amargo (Blue Monday)Autor: Nicci FrenchEditorial: GrijalboPrimera edición: Octubre de 2.011
SinopsisLa psiquiatra Frieda Klein se ve inmersa en la compleja investigación de un rapto infantil cuando uno de sus pacientes le revela sus fantasías acerca de un niño muy parecido a la víctima del secuestro.Frieda Klein es una reputada psiquiatra residente en Londres. Tiene cuarenta años, es solitaria, padece de insomnio y detesta las multitudes. Pero su vida cambia drásticamente el día que las fantasías más perturbadoras de uno de sus pacientes coinciden sospechosamente con un crimen real: Alan Decker, que padece graves problemas psicológicos como consecuencia de haber sido abandonado cuando era un recién nacido, tiene sueños en los que se le aparece un niño pelirrojo sospechosamente parecido a Matthew, la reciente víctima de un secuestro. 

AutorNicci French es el seudónimo con el que firman sus novelas la pareja de periodistas y escritores formada por Nicci Gerrard y su marido Sean French. Juntos, desde 1.997, han publicado más de una docena de thrillers, auténticos best sellers en Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Francia, de los que llevan vendidos millones de ejemplares. Hoy Nicci French es un nombre de referencia en el género de la intriga psicológica. Lunes amargo es la primera entrega de la serie protagonizada por Frieda Klein, una joven psiquiatra que pone su brillante capacidad analítica y sus conocimientos profesionales al servicio de una investigación policial.El segundo título de la serie es Martes de hielo.


ArgumentoEn 1.987, una niña desaparece cuando regresaba del colegio a casa, acompañada de su hermana. Pero nadie pide rescate y el caso termina archivándose.Veintidós años después, la psiquiatra Frieda Klein recibe en su consulta, derivado de una clínica, al paciente Alan Dekker. Éste le cuenta que tiene pesadillas recurrentes, en la que ve a un niño pelirrojo. Unos días después, la doctora Klein descubre que el niño del sueño de su paciente se parece a Matthew, un niño de cinco años que ha sido secuestrado.Frieda se lo cuenta a la policía, pero apenas le prestan atención, hasta que...¿Qué relación puede haber entre dos casos tan lejanos entre sí, cuyo único denominador común es el secuestro de un menor sin que nadie lo haya visto y sin que se haya pedido el pago de dinero por su liberación?
  • —¡Joanna! ¡Joanna! ¿Dónde estás? Oyó su propia voz, fuerte y enrabietada, y pensó: «Parezco mamá cuando está de mal humor». Hayley estaba a su lado y mascaba chicle haciendo mucho ruido. —¿Adónde ha ido? De su boca emergió un globo de color rosa y lo succionó. —Sabe que no tiene que moverse de mi lado.
  • —No sé hablar bien —dijo—. Todo parece salir mal. He pedido la baja por enfermedad. Siento que el corazón es demasiado grande para mi pecho. Noto un sabor extraño en la boca, como de metal. O de sangre. Y tengo pensamientos, imágenes que cruzan mi mente. De noche, me despierto con eso en la cabeza. No puedo... Siento que no soy yo y estoy asustado. No puedo... —Hizo una pausa y tragó saliva—. No puedo hacer el amor con mi mujer. La quiero, pero no lo consigo.
  • Sandy se inclinó sobre la mesa y leyó el titular. EL PEQUEÑO MATTIE SIGUE DESAPARECIDO. SU DESCONSOLADA MADRE PIDE AYUDA... Frieda observó la fotografía, de la anchura de tres columnas, en la que aparecía un niño pequeño pelirrojo y con pecas, con una sonrisa ladeada en el rostro y sus ojos azules mirando de reojo a quién hubiera al otro lado de la cámara.
  • La ansiedad de Alan Dekker se debe a una fantasía suya relacionada con tener un hijo... o más bien con no tenerlo. La fantasía se materializa en un sueño que consiste en raptar a un niño de una forma que me choca porque se parece mucho a cómo desapareció ese muchacho. Y antes de que me diga que el sueño puede deberse a las noticias que ha oído sobre el caso, le contaré que la primera vez que mi paciente tuvo ese sueño, Matthew Faraday aún no había desaparecido.


Opinión personal
Conocí a Nicci French a principios de 2.005 con La habitación roja, y creo que con ese libro me "enamoré" de los thirllers psicológicos.Hace poco más de un año, volví a tropezar con una obra suya, la de esta entrada, la compré y, como siempre me sucede, se van colando otras novelas y estaba muerta de risa en la estantería. Y decidí "desempolvarlo" para el reto de Kayena (así iba desatacando, también, los libros que llevan años y años esperando su oportunidad).Ya os adelanto que me ha dejado un sabor agridulce: tiene todos los ingredientes del género (unos personajes intensamente retratados a nivel psicológico y un argumento bien ligado), pero le sobra "imaginación". Luego me explicaré mejor.Este el primer libro de una serie protagonizada por la psiquiatra Frieda Klein, que colabora con la policía de manera accidental (por lo menos en el que la inicia; ignoro si en los siguientes será de otra manera, porque me temo que Martes de hielo ha bajado muchísimos puestos).Ambientada en Londres en el año 2.009 (excepto el prólogo, que lo hace en 1.987), la novela está estructurada en un prólogo (que no lo titula así, se llama 1.987) y 48 capítulos numerados.Escrita en tercera persona, con un narrador omnisciente, siguiendo un orden cronológico lineal con algunos flashbacks, tiene un estilo directo y fluido, con unas descripciones buenas para ponernos en situación.La trama está bien trabada,  a pesar de que me haya terminado chirriando mucho, pero su ritmo es bastante lento hasta casi mediada la mitad de la novela; a partir de ese momento, que coincide con el descubrimiento por nosotros de quién puede ser el secuestrador, se vuelve rápido, absorbente y adictivo, consiguiendo aumentar nuestra angustia cada vez más.La inclusión del desarrollo del secuestro y los pensamientos del niño secuestrado me han parecido de lo mejor logrado del relato.Los personajes son muy sólidos y están desarrollados psicológicamente de una manera magnífica. El autor ha dedicado media obra a presentárnoslos (supongo que porque la mayoría aparecerán en las siguientes entregas) para que nos vayamos familiarizando con ellos. La protagonista es Frieda Klein, una psiquiatra de prestigio, fría como un témpano (os garantizo que me ha desquiciado su indiferencia ante algunas personas), con problemas de insomnio y que dedica las noches a pasear por Londres; Josep es un "manitas" ucraniano al la doctora Klein conoce por un accidente; Reuben,  también psicoanalista, fue su mentor cuando ella empezaba y ahora su vida se ha vuelto completamente caótica; su sobrina Chloé, de 16 años, que se autolesiona superficialmente para llamar la atención; Olivia, su cuñada, la madre de Chloé, que bebe para olvidar el abandono de su marido; y el inspector Karlsson, el que lleva la investigación, que espero que sea el compañero de Klein en los próximos libros, porque es el que más me ha gustado.Los escenarios bien logrados, consiguiendo crear atmósferas densas y asfixiantes, como corresponde a un buen thriller psicológico.Como ya he contado, un poco antes de la mitad de la novela tenemos constancia de quién puede ser el raptor y que a partir de entonces es cuando la obra nos atrapa. Con unos cuantos giros inesperados, el autor consigue engancharnos totalmente; pero llega un momento que tanto golpe de efecto convierte el argumento en poco creíble, poco no, en increíble, y estropea lo que podía haber sido una novela muy buena.El desenlace, que es impensable e imprevisible, salva un "poco los muebles" (os cuento una curiosidad: Lunes amargo la leí ayer en un hospital; mi hermano, que estaba conmigo, me vacilaba diciéndome: ¿cuántas plumas lleva?; y yo le decía: pues las plumas van subiendo y bajando; hubo un momento que estaba a puntito casi de las 5, y al final se ha quedado en 3, porque algo tan inverosímil no me ha terminado de convencer).Resumiendo: he pasado un buen rato (aunque al principio me resultaba bastante pesado leer tanto callejeo de la protagonista), me he entretenido, me ha impactado el final, pero se ha pasado de rosca; uno de los giros sobraba completamente.
Valoración: 7,5
Leído el 6 de Febrero de 2.013

Montse Martín


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