Enfados de gaseosa, helado de menta para el niño y la niña, arena en las chanclas, las rodillas llenas de postillas y en los bolsillos bolsas de aceitunas a 5 pesetas.
Despacio que la prisa mata y quema la sonrisa; Antes de Tango fui sonata y ahora quiero ser alegreto aunque soy balada, bailar quiero entre sábanas blancas mientras veo y huelo el mar.
Tengo una piedra mágica y una muñeca de trapo sin manos, me queda de la infancia recuerdos de un patio andaluz y eternas tardes de verano tomando helado de leche y canela y oliendo a jazmín. ¡feliz día de la madre!