Revista Talentos
MadriOz. Diario de viaje de una mariliendre. 3. Dios vive en Leganés
Publicado el 22 junio 2011 por GaysenacePor Marilyn Edre
Me preparo para cenar en el restaurante chino más grande de Europa, que es un monumento al cartón piedra en una zona industrial de Leganés. Lo más grande. Sidney no puede evitarlo. - Jo, esto les encantaría a Mario (Vaquerizo) y Alaska para la celebración de su boda.
Así que nos hacemos una foto los dos ante una especie de templo oriental rojo con cúpulas de aguja en medio de la nada.
Cuando llegamos, nos dan la bienvenida el rastrillo 'El Buda Feliz' al completo y los mismísimos guerreros de Siam. Al final no es restaurante chino sino oriental en general, de ahí, me imagino, el eclecticismo.
- ¿Menú o cinta?
- Cinta.
Nada más verla pienso que de cincuenta pavos no bajará la broma. Todo tipo de mariscos y carnes para hacer al antojo de cada cual en la plancha y, lo mejor de todo, nuevos ricos chinos cenando en la mesa de al lado.
- Qué raro, es la primera vez que me pasa, tengo asociado a los chinos con los camareros en estos restaurantes.- Decidido, celebro aquí mi cumple.
Digo de pronto ante la sorpresa de Sidney que prefiere algo menos kitsch.
Me pillo navajas, langostinos y un filetón de medio kilo. Se lo llevo al del tepanyaki.
-¿Bodeyo o moeyo?
- ¿Perdón?
- Bod-etyo o mo-edyo. - intenta vocalizar bajo la mascarilla.
- Ah! No, no en su punto. Poco hecho.
- Nopuero hablá coneyo.
- Ya, ya me imagino.
Al minuto la misma operación ante otro señor que pone la misma cara de interrogación.
- Dice que cómo quiere la carne
Me adelanto yo para evitar otra situación violenta intercultural.
Llego a la mesa con mi pantagruélica elección y Sidney sigue a lo suyo.
- Seguro que no conocen esto porque si no lo habrían escogido para el banquete.
- Sin olvidarnos de que hay un karaoke arriba.
- Y por lo visto una cadena hotelera de la misma firma.
- Jodé pues decidido, celebro el cumple aquí, nos jartamos de tó, nos echamos unas canciones arriba y pal Fabuloso.
Sidney mira hacia arriba pidiendo intervención divina. No la obtiene: la cuenta no llega a 30 euros. Dios existe y vive en el mayor restaurante chino de Europa.