Madrugada y noche

Publicado el 23 abril 2015 por Fer @Ferabocadejarro

Vincent Van Gogh, "Campo de Trigo al Amanecer", "Wheat Field with Rising Sun"


Nombrada por inmigrantes judíos de origen ruso y eslovaco Flora Pizarnik Bromiquier llegó a este mundo allá por 1936 quien hoy se conoce como Alejandra Pizarnik. Con una infancia marcada por una baja autoestima debido a su fuerte tendencia al sobrepeso y lo considerado "feo" estéticamente ya por aquel entonces y con una percepción distorsionada de su propio cuerpo siempre comparado con el de su hermana mayor, Myriam, Alejandra cayó víctima de su adicción a las anfetaminas y los barbitúricos, desarrolló serios trastornos del habla contra los cuales luchó durante toda su breve vida y padeció prolongados períodos de insomnio y euforia. Todo ello la convirtió en una singular creadora nocturna y apasionada por sus castillos de palabras  que compilaba en listas preservadas en preciosos cuadernos que etiquetaba y decoraba con ahínco  , en ávida lectora de cuanta literatura llegaba a sus manos, prolífica y singular escritora y dueña de un sentido del humor singular y afilado. Cursó estudios de letras, periodismo y filosofía en la Universidad de Buenos Aires que finalmente abandonó para convertirse en una autodidacta que aprendería fundamentalmente de sus lecturas. A todo le entraba. Luego de publicar sus primeros trabajos en poesía La tierra más ajena (1955), La última inocencia (1956), y Las aventuras perdidas (1958), signados por cierto formalismo lingüístico que luego abandonaría, una inquietante imaginería y notoria sensibilidad, viajó a París en donde vivió entre 1960 y 1964, trabajó y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona, además de entablar amistad con personajes literarios destacados tales como Julio Cortázar y Octavio Paz y continuar publicando poemas y críticas con un cariz ya más maduro y una impronta personal inconfundible caracterizada fundamentalmente por la fragmentación y el desvío. El universo de Pizarnik es pura fragmentación y desvío. En 1962 publica Árbol de Diana, ya su cuarto poemario, y dos años más tarde regresa a Buenos Aires donde publica sus obras cumbre: Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968) y El infierno musical (1971). Recibió las becas Guggenheim y Fullbright. Incursionó en la prosa en 1971 con La condesa sangrienta y, dejó trunca su carrera literaria hacia la aprehensión de una nueva gramática envisionada desde su febril y enfermiza percepción de la realidad al quitarse la vida a los 36 años durante un fin de semana en el que había salido bajo autorización médica del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada como consecuencia de un profundo cuadro depresivo tras dos intentos fallidos de suicidio. Es posible que se haya quedado corta de tiempo para su gran proeza en las letras. No quedó registro de su bella voz ni de su trabajada dicción que sí permanece grabada a fuego en sus escritos, ya que Alejandra finalmente escribía tal como hablaba, la dueña de una voz que hasta hoy resuena. Y nos legó también su estampa en una fotografía con historia.
En algunas de sus notas íntimas se encontraron los siguientes apuntes:
"... para distenderse sólo es preciso darse, dejar de retenerse, claro que el horror a la caída, el miedo a la desposesión total... Dije miedo y ya está. Aprieta horriblemente. "


"Mi desgracia es que no vivo nunca en este mundo."Aquí les presento un poema breve e intenso de su autoría y un extracto de otro en lo que conforma mi primera incursión al arte de la traducción de poesía al inglés. 

MADRUGADA
Desnudo soñando una noche solar. 
He yacido días animales. 
El viento y la lluvia me borraron 
como a un fuego, como a un poema 
escrito en un muro. 


DAWN
Naked and dreaming a sunlit night.I have laid for animal days.The wind and the rain have effaced myselfas they do with a fire, with a poemwritten on a wall.




NOCHE 


correr no sé donde
aquí o allá
singulares recodos desnudos
basta correr!

(...)



NIGHTFALL

To run I don´t know where

here and there
singular skinless loops
stop running!
(...)


La muchacha halla la máscara del infinitoy rompe el muro de la poesía.The girl finds the mask of infinityand breaks the wall of poetry.
Alejandra Pizarnik,
"Salvación"
"Salvation"


A boca de jarro