Creo que no hay época del año en la que más me apetezca un trozo de bizcocho o una magdalena tierna y sabrosa, acompañando a un té calentito o, aún mejor, para mojar en una taza de leche con colacao. ¿Os pasa lo mismo o soy la única bizcocho-magdaleno-dependiente? Las galletas no despiertan en mí las mismas sensaciones de placer y recogimiento, qué queréis que os diga. Y eso por no hablar del maravilloso olor que inunda toda la casa cuando meto un bizcocho en el horno. No existe un ambientador mejor.Así que en estas semanas no paro de hornear, de probar recetas nuevas y de recordar recetas antiguas, que es lo que he hecho esta vez con estas magdalenas de naranja.
La receta es la misma del bizcocho de naranja que publiqué en su día, sólo que en este caso he distribuido la masa en capsulitas de papel, y he obtenido unas 20 magdalenas de tamaño normal y un olor a naranja maravilloso por toda la casa. La única precaución que he tenido ha sido ajustar temperaturas y tiempos: 25-30 minutos a 160º-170º.
Ahora ya podéis dejar lo que estéis haciendo, coger una mantita, sentaros en el sofá y darle un mordisco a una de estas magdalenas de naranja. Y disfrutar del otoño.
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