Ya he hablado en alguna ocasión de los intentos, en mi opinión muchas veces desafortunados, de incorporar las nuevas tecnologías a la magia. En esta ocasión no voy a hablar de ello. O al menos no directamente. En su lugar voy a hablar, como dice el título, de magia y libros electrónicos. O mas bien, de la ausencia de libros de magia en este formato.
Magia y libros electrónicos: una asignatura pendiente
Y es que, en el momento de escribir estas líneas, sólo conozco dos libros que estén a la venta en formato de libro electrónico en español y referidos a la magia, ambos puestos a nuestra disposición por uno de nuestros autores mejor valorados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras: Woody Aragón.
De hecho, segun mis datos, al menos una de las editoriales principales de libros de magia en caatellano ha hecho pública su intención de no publicar nada en formato de libro electrónico.
¿Futuro? No. Presente.
A mi modo de ver, y aunque no quieran, van a tener que ponerse las pilas al respecto. Cada vez veo más gente en el metro con sus libros electrónicos. Y yo ya no uso casi el formato papel, que me parece engorroso.
No parece mucho aventurarse decir que poco a poco vamos a ir teniendo nuestros libros en formato electrónico, al igual que ya tenemos mucha de nuestra musica en formato mp3.
Por supuesto, el libro físico va a seguir aún bastante tiempo. Pero creo que es importante prepararse.
Desafíos
Obviamente, la transición no va a ser facil. El miedo a las descargas no controladas (la mal llamada piratería) pesa, sin duda, en las editoriales.
Personalmente creo que es un error. Para ser sinceros, pocos libros hay, a fecha de hoy, que no se puedan encontrar en pdf. Es decir, que ya estan por ahí, circulando.
El tema está, creo yo, en aceptar las reglas del juego que internet ha traído, y que nos pueden gustar mas o menos (a mí me encantan), y adaptarnos a ellas.
Adaptarse al futuro
Esta adaptación va a ser difícil si no se cambian planteamientos que están muy anclados. La literatura mágica es un producto de nicho. Los libros, como media, sob muy caros, justificado el hecho en que al hacer tiradas cortas los costes se disparan y en que el precio debe ser una barrera de entrada para que sólo accedan a los secretos aquellos que estén realmente interesados (este último argumento me parece directamente inmoral, pero es sólo una opinión.
En cuanto al primer argumento, pues oye, queda desmontado. El coste marginal de producir un ejemplar más para su venta es 0. No cuesta nada. Así que las editoriales pueden poner un precio que realmente estimule la compra (no como ahora, con manuales en torno a 80-90 euros que no siempre justifican su precio) y desincentive la descarga. Difícil, pero no imposible. Ya se ha demostrado.
La edición
Sólo quedará otro desafío: trasladar el libro a un formato adaptable, como es el del libro electrónico, y que cosas como las ilustraciones de técnicas sean útiles y estén correctamente adaptadas. No lo veo imposible, pero sí que creo que va a requerir pensar un rato.
En definitiva
Aún están a tiempo de hacer una transición adecuada. Si no empiezan ahora, al final lo harán con más urgencia y, posiblemente, más errores. En su mano está.