Los que seguís mi blog (bastante abandonado lo tenía, por cierto), mi actividad en Facebook, o cualquier otro medio, sabréis que mis dos grandes pasiones son la magia y la música. Desde principios de diciembre, en mi espectáculo para adultos que se lleva a cabo en El Fogón de los Deseos, hago un número en el que se unen estas dos pasiones, y en el que canto en directo la canción “La magia está por doquier“.
Magia y Música: De dónde sale la idea
Seamos sinceros: Números de magia musicales hay muchos. Podríamos remontarnos a la famosa rutina de Cardini. David Copperfield y Jeff McBride son dos ejemplos más actuales de esta unión de magia y música.
No hay tantos magos que hagan un número mientras cantan. Y aún menos los que cantan en directo una canción que han escrito, arreglado y grabado ellos mismos.
Así pues, parece elemental que aprovechara mi pasión por la música para introducir un número musical en el show. Sin embargo, la idea no fue mía.
Cuando, en marzo de 2013, empecé a grabar temas para lo que sería “Apuntes“, fue Anand Sakshi, que dirige los espectáculos que organiza Cenas Diferentes, quien me dijo que teníamos que empezar el nuevo show (a estrenar en octubre) con una canción.
Yo no era muy partidario (me cuesta mucho lanzarme a hacer cosas nuevas), pero acabó convenciéndome. Eso sí, yo puse mi pequeña condición: Cantaría en directo (su idea era hacer playback, para ir más sobre seguro).
Creando la música
La idea base era hacer un tema tipo “Broadway”. Algo bastante alejado de lo que yo solía hacer. Así, mientras escribía la letra (que fue bastante rápido) y creaba la armonía básica del tema, intenté empaparme del estilo musical buscado, gracias a YouTube.
También me ayudó un programa de “acompañamiento” (programa en el que introduces la armonía de un tema y te hace arreglos automáticos en el estilo que elijas), de cara a definir sobre todo el arreglo de batería (aunque luego lo modifiqué bastante).
Por supuesto, el bajo sería tipo “walking bass”, y habría una sección de vientos, en la que las trompetas van haciendo un contracanto.
Así contado parece rápido, pero la verdad es que fueron un par de meses de arreglos, usando instrumentos virtuales, mezclando en el ordenador de mi casa, escuchando en el equipo de El Fogón de los Deseos, volviendo a remezclar… Pero al final conseguimos, creo, un resultado bastante bueno.
Introduciendo magia en el número
Para Agosto, ya teníamos la canción grabada con la calidad suficiente para ensayar. Entonces nos encontramos con la segunda dificultad: La magia.
Probamos varias opciones: Hacer pequeñas apariciones y desapariciones que fueran adornando la canción (algo para mí bastante difícil ya que no es el tipo de magia que más me gusta).
Finalmente, las piezas encajaron, y basándome en una rutina de cuerdas que había hecho hace un par de años, y que tuve que simplificar para que cupiera en la canción, el número tomó forma.
Encajando el número en el espectáculo
A mediados de noviembre empezamos a probar el número en el espectáculo, que empezaba con la canción. Los resultados no eran malos, pero tampoco eran los que esperábamos.
Tanto esfuerzo parecía no haber alcanzado el éxito esperado.
Y entonces surgió la luz: A Anand se le ocurrió poner la canción a la mitad del espectáculo. De ese modo, la gente ya se había familiarizado conmigo, y la canción sería toda una sorpresa.
En resumen: Funcionó. Y desde entonces se ha convertido en un momento angular del show.
Ahora, podríamos decir que nos hemos picado. Ya tengo un tema en el show infantil (muy pronto con coreografía) y otros dos temas en fase de producción para el show del año que viene.
Me temo que vais a oírme cantar en mis espectáculos durante mucho tiempo.