Revista Literatura

Mágico, ideal

Publicado el 21 octubre 2014 por Ximena Torres @Ximmeetorres

Mágico, ideal

No puedo sacarte de mi mente, y a la vez trato de no olvidarte. Cuando siento que me olvido de los detalles de aquella tarde, de tu número escrito sin tinta, de tus ojos mirándome: me comienzo a sentir vacía. Nada es lo mismo.

Todo es un poco borroso. Sé que nos encontramos por primera vez en un bar de mesas y sillas de madera, me parece que estábamos en San Pedro. Quizás era la Estaca o El Adobe de Caracoles. Tú sentado junto a una ventana, que dejaba entrever el atardecer. No estabas solo y no pertenecías al lugar. Desde aquel minuto en el cual vi tus ojos cruzarse con los míos, supe que eras diferente, el apropiado, mi otra mitad. Tu sentiste lo mismo, lo sé porque diste el primer paso. Me entregaste un trozo de papel con tu numero escrito en la parte superior. Eran números claros con toques de invitación. Tu sentado y yo parada a tu lado, observándote y deseando que jamas desaparezcas.

Eras específicamente lo que mi vida andaba buscando. No quería perderte nuevamente, no quería despertar. Guarde el papel, luego de leerlo y tratar de descubrir su significado. Me describiste como tal Cortazar a su Maga “siempre torpe y distraída y pensando en pajaritos pintos o en un dibujito que hacían dos moscas en el techo del coche”.

No logro recordar tus rasgos físicos detalladamente porque proyectabas tanto que mis hormonas estaban en erupción. Me fui del lugar, después de sonreírte y ser correspondida. Camine sabiendo que te llamaría, que un reencuentro estaba destinado y segura de que nuestras vidas se unirían.

Ahora solo debo llamar. Pero quien eres. Un viajero, de esos aquellos tanto me gustan, de esos que andan cumpliendo uno de mis mayores anhelos. Sí es así, entonces perteneces al mundo; haciendo mas difícil mi búsqueda, ya que desconozco de donde vienes y donde iras.

Voy cada día a los lugares donde nos encontramos, te busco en cada rincón. También voy a otros por los cuales sé que jamas te encontrare. Tengo esperanzas de un destino nuevamente unido. A veces te siento cerca, puedo percibir tu suave perfume. Corro entre la multitud tratando de ubicarte pero te desapareces en esquinas de adobe. Para convertir todo en un desierto bañado en lagrimas con ausencias mas presentes que nunca.

Ahora me encuentro triste al punto de las lagrimas al darme cuenta que desperté, odio no haber concretado la cita contigo. Te odio por aparecer en mis sueños e irte sin previo aviso. Solo me queda explorar cada noche sin descanso y no dejarte ir. Hombre misterioso, conquistador y alegre. O simplemente mágico e ideal.

Tienes todo lo que me gusta.


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