Soy hipersensible por dentro y por fuera pero ya no me avergüenzo.
Por fuera puedo llevar una vida normal sin que se note. De hecho, los ruidos fuertes me siguen encantando. Sentir que vibran todas mis costillas con los graves del altavoz, canción para bailar, tú, abrazaaltavoces, mi caja torácica completa se estremece y tú encima y yo debajo y encima, gritándole al universo, y bajo las mangas de mi sudadera porque se han puesto los pelos de punta en los dos brazos pero no es el frío de una brisa fantasmal, es porque suena esta canción, suenan canciones parecidas, sonamos en aquella fantasía de un cielo blanco.
Tengo otra vez este sentimiento tan mío y raro como para ponerle nombre: echo de menos algo que nunca ocurrió. ¿Quizá lo fue en un universo paralelo? ¿en esos que se suponen controlan los magos?
Sangro lágrimas de mármol veteado.
Gritas mi nombre.
Olvido el texto en una sala; tendré que volver.La sala donde aprendí todo lo que sé de teatro. Tendré que volver.
La 20 vez consecutiva que nos disfracemos del Cuervo en Halloween.
Porque soy la misma.Y nada ha cambiado. (miento)
Sonrío a la multitud sabiendo lo único que ha cambiado: el velo está roto. Ya no me importa ahogarlos a todos con mis abismos innombrables.