Una ligera ojeada a la prensa supuestamente especialista en F1, nos hará ver una sarta de gilipolleces que usan los periodistas para cubrir el hueco que el editor de sus respectivos periódicos o webs les pide: “Alonso dice que no te rindas en la Formula 1”… ahora se nos mete a filósofo el asturiano, que ya bastante tiene con buscárselas para escurrir el bulto y así escapar de Ferrari en pocos años, como ha hecho con los demás equipos en los que ha estado; “Lotus quiere comprar Caterham”… otro notición que enmascaran los de Lotus para tener finalmente un nombre propio que no parezca un tótem robado a la historia; “Verstappen dice que no le gusta la celebración de Vettel”… ¿y no tiene algo más transcendente de qué hablar el ex-piloto mediocre holandés?; “Pirelli pintará como Dios manda los neumáticos para que se vean bien”… ¡si no tienen que inventar nada!, de hecho, copiaron lo de los neumáticos superblandos y la obligatoriedad de su uso de la ChampCar, y ahora también copian de la misma competición la forma de pintar los neumáticos ¿por qué investigan tanto en hacer una mera copia de algo que ya inventó otro, al que siempre le copian? Panorama plagado de banalidades que nos muestra claramente que de la F1 se espera mucho más, que hay muchas personas que esperan noticias de la categoría presuntuosamente llamada “reina”, periodistas y aficionados no monotemáticos.
Pero a mí me ha llamado la atención una noticia relacionada con Murat Yalcintas ¿y quién es ese? El presidente de la Cámara de Comercio de Estambul. Este señor afirma que el GP de Turquía del año 2012 no se celebrará porque el Ministerio de Economía del país otomano se niega a pagar la que consideran elevadísima cifra que el cyborg Ecclestone les pide para celebrar la carrera. ¿No es buena noticia… o mala, según lo miren?
Otro más que se une a la lista de posibles disidentes. En Australia ya dijeron que los ciudadanos no quieren carrera; en Barcelona, el presidente del gobierno autonómico dijo que la F1 es un lujo que quizá ya no se puedan permitir; en Valencia ya cuentan con que Bernie les despedirá en breve (decadencia española, pues deberíamos ser nosotros los que despidiésemos a Bernie y no al revés, y viendo la agobiante crisis que nos está afectando más que al resto de países de nuestro entorno, no deberíamos siquiera plantearnos gastar ni medio millón de euros en una carrera de coches); en Nürburgring, los recientes vencedores en las elecciones locales, han manifestado que la carrera les cuesta demasiado dinero y que es algo prescindible. Muchos nubarrones.
Al usurero Bernie parece que el apretón de los turcos no le ha hecho ni pestañear, y parece ser que hasta le ha venido bien, porque necesita quitar una de las citas actuales del calendario para dar cabida a la carrera de Texas. Pero en Texas tampoco están para echar ningún cohete y ya el senador Dan Patrick ha dicho que no aportarán los veinticinco millones de dólares que les piden para construir el circuito de Austin. Y el señor senador dice que con ese dinero le pagan el sueldo anual a quinientos profesores. Bien dicho, querido Dan, aunque sea usted como todos los políticos, populista. Ya se gastará ese dinero en construir un casino o en pagar las vacaciones en las Montañas Rocosas a unos cuantos funcionarios y a sus familias.
Pues hay seis citas que están en la cuerda floja, que amenazan a Bernie con no pagarle y no celebrar la carrera. Estamos en lo que se veía venir, en otro paso más en el descastamiento de la F1, que seguirá esparciendo por los cinco continentes carreras cada vez más exóticas. Y no es que yo le tenga especial inquina al circuito de Turquía, de hecho me gusta bastante, pero sacarlo del calendario para poner otra carrera en un lugar como China, con las gradas vacías, me parece, es un error. El peligro es que Ecclestone se ablande con los que están “racaneando” y ofrezca una rebaja a éstos, mejora que solicitarán todas las demás sedes, enfrentándose a Bernie y aliñando la ensalada para que la FOTA, en vísperas de firmar un nuevo acuerdo de la concordia, se decida a crear el ya anhelado por muchos campeonato paralelo.
A Bernie debemos lo que es la F1 en la actualidad, pero la forma de gobierno es errada, porque el negocio está rompiendo todas las bases de lo que debe ser el deporte de las carreras de coches.
Llámenme romántico si lo desean, pero quiero una F1 más seria, con asuntos contundentes de los que ocuparse y no de nimiedades, con una vuelta a la esencia deportiva que radica aún en los corazones de los aficionados, dándole la patada en el culo a todos los que no luchen POR la F1, porque si pelean PARA la F1, todos sabemos que finalmente degenerarán en tirañillos ocurrentes que se llenarán los bolsillos a nuestras costillas.
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Majaderías a falta de pan
Publicado el 25 abril 2011 por MartinherzogTambién podría interesarte :