Los que saben de la materia dicen que este espantada de capital se debe a la falta de confianza en que España sea capaz de evitar el "default" o suspensión de pagos, que irremediablemente nos expulsará de la moneda única.
Rajoy nos contó cuando era oposición que eso no pasaría con él en el gobierno, porque él a diferencia de Zapatero sabía lo que había que hacer, y lo iba a hacer. No nos dijo que iba a hacer en concreto, pero ahora ya lo sabemos. Sabemos que para intentar controlar la deuda, sus recetas iban a venir en forma de recortes salvajes a la ciudadanía. Ninguna medida de reactivación de la economía de efectos inmediatos. Pensaba y debe seguir pensando que ése es el camino, por eso pide tiempo. Un tiempo que se le acaba, porque sin inversores, no podrá hacer frente a los próximos pagos, con lo cual el temido "default" se producirá, antes de que sus hipotéticas actuaciones salvadoras puedan tener efecto alguno. Parece que ha conseguido convencer a los socios europeos de la necesidad de una ayuda inmediata. Draghi, Alemania y Francia han comenzado a ser más flexibles.
Pero los inversores aún no lo son. Ni parece que vayan a serlo. Tienen una idea muy bien formada de cual es el futuro de España y la periferia europea. Aunque evite el "default" vía rescate, sólo hará que complicar aún más las cosas, si los de fuera no invierten en nuestro país.Así, el mismo día que la prima de riesgo baja por tercer día consecutivo, nos enteramos que u
n informe del grupo americano Citibank distribuido por mail, vaticina que Grecia saldrá del euro , y España e Italia terminarán pidiendo un rescate antes de 18 meses. El capital extranjero desconfía de una economía que sólo retrocede, y no tiene perspectivas de frenar, ya no invertir, esa tendencia. Rajoy debe pensar que si sobrevive al otoño, al final el capital acabará volviendo, atraído por los efectos de sus medidas: salarios bajos, despidos baratos, mano de obra abundante y dispuesta a asumir lo que sea con tal de trabajar, etc. Se sentirá orgulloso, porque con sus actuaciones habrá contribuido a que así sea. Ojalá que tenga razón, pero me da que va a ser que no. Que nadie va a querer invertir aquí sólo por sus medidas. Mucho me temo que hay más razones que a mí, y lo más preocupante, creo que al propio Rajoy también, se me escapan. De momento, lo único cierto es que para muchos siguen habiendo malas perspectivas, y eso que hoy la prima ha bajado a unos "cómodos" 535 puntos.