LA MARIPOSA RECORDARÁ POR SIEMPRE QUE FUE GUSANO de M. Benedetti
La Teoría del Caos dice que el aleteo de una mariposa puede ocasionar un terremoto en la otra parte del mundo. Pues bien, no queda otra que buscar a quien ha sido la maldita alada que ha ocasionado el terremoto de Japón. Urge buscarla para ajusticiarla y someterla al tormento de la maldición humana por haber avanzado, como jinete del apocalipsis, en forma de maremoto sembrando la destrucción y muerte de lo que encontró.
Aunque quizás haya que recurrir al salterio, por cuyas páginas desfilan salmos de carácter histórico, sapienciales o proféticos, para cantar a dios (con minúsculas porque no soy creyente) o lamentarse de la fatalidad del aleteo de la mariposa. ¿Cómo es posible que tanta hermosura, o tanta belleza, haya ocasionado con su acto tamaño desastre?
Maldita. Mil veces maldita por arrasar con su guadaña centrales nucleares construidas en terrenos inestables, por asolar poblaciones asentadas en terrenos a nivel del mar en lugares conocidos como susceptibles de padecer tsunamis, por desafiar a la inteligencia humana y tratar de doblegarla.
El salmo 71 dice:
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que los montes traigan la paz,
que los collados traigan justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
que socorra a los hijos del pobre;
que él defienda a los humildes del pueblo
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol,
como la luna de edad en edad;
que baje como la lluvia sobre el cesped,
como rocío que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.
…..
Maldita mariposa cuyo aleteo hizo tumbar el puzzle inestable de una civilización que se creyó por encima de la naturaleza y de lo que ésta tardó siglos en hacer. El salmo lo dice: otro mundo es posible y otra historia podemos construir reconociendo que las tierras, las aguas y los seres vivos que en ellas habitan han de ser respetadas. Porque de lo contrario las correntías recuperarán las acequias asfaltadas o la tierra escupirá lava sobre urbanizaciones invasoras. Y mientras tanto: el éxodo de inocentes, la desesperación de quienes han perdido todo y el latir de corazones angustiados.
Maldita, mil veces maldita mariposa enmascarada de hermosura por ocultar el caos porque a los que anegaste con tus aguas no eran las tropas del faraón. Eran los que deseaban paz, justicia, los hijos del pobre, los humildes del pueblo. Eran ellos.