Revista Talentos
Confió en su padre, pese a todas las palizas. Confió en su mujer, pese a los cuernos. Confió en sus hijos, pese al internamiento en una residencia. Confió en los Bancos y el Gobierno, pese a dejarlo sin ahorros ni pensión. Confió en Dios, pese a acabar en el infierno.