Me encuentro en una lucha por evitar tu recuerdo, tu recuerdo, maldito recuerdo.
Parece imposible, parece que estuvieras en todo, es que tú me enseñaste a apreciar y vivir todo.
Me paseo por la calle de los recuerdos, en ella la música tiene letra a ti, las melodías suenan a ti; el viento de estas calles me rozan con la misma dulzura de tus manos. Termino de transitar esta calle y el silencio es absoluto, no hay música con sabor a ti, pero hay silencio con mirada de ti, de esos silencios profundos que terminaban en un tímido “lo siento” o en uno de esos tus tiernos besos… Pero no estás aquí para darle un fin que valga la pena a estos silencios.
Es tan simple, lo eres todo. Tan simple como salir a la calle, hablar con cualquier transeúnte y terminar cualquier tema en un “tú” o cualquier cosa que se relacione contigo.
Dudo que todo vuelva a ser perfecto, pues sólo sentí esa perfección, en la que nadie cree, cuando estaba tu presencia. Empiezo a creer que parte de mi vida es vana sin ti.
Maldito tu recuerdo ¡maldita seas! No debiste hacerme tan dependiente a ti, Ahora ¿quién dará finales felices a mis días si tú no estás?
…Maldito tu recuerdo que me llena de dolor.