Revista Talentos
Maltrato, humillacion
Publicado el 15 noviembre 2017 por Jorgapp
Cuando una persona sufre persecución psicológica, su desorientación es extrema. Todas sus certezas desaparecen, pierdes la mayoría de tus referencias, todo se difumina. El trabajo, la sociedad, las amistades, todo sucede como en una nebulosa. Nada es lo que parece, esa es la base de todo acoso psicológico, que se precie. Si quieres que la persona a la que acosas se derrumbe e inicie su descenso personal a los infiernos, desestabilizando para que se desestabilice por sí misma. Uno de los sistemas más sádicos y crueles, es hacerle ver con luz y taquígrafos que nada es lo que parece. Si a esto le añades, la presión y la persecución en sí misma, con acciones reales, visibles para todo el mundo. Tienes una especie de mapa de lo que la persecución psicológica supone. En lo personal me ha supuesto un grave desgaste psicológico. Tienes que estar alerta, permanecer alerta. No puedes permitirte momentos de relajación, pues sabes que en el momento en que bajes la guardia, lo pagaras muy caro. En esto de la persecución psicológica imagino que quienes diseñan la trama en la más completa de las impunidades y la oscuridad, saben que hay muchas variables. No todo es puzle que encaja perfectamente sus piezas, son variables que van permitiendo acomodar la acción, en este caso el acoso psicológico. Entre los detalles de mi persecución se da la circunstancia de que estoy jubilado por enfermedad psicológica. Esto es una ventaja inmensa para los acosadores, si pierdes los estribos, no son ellos los culpables, el culpable eres tu porque tienes una enfermedad mental. Si tú intentas esconderla, ya se encargaran ellos de airearla y difundirla por toda la sociedad que te rodea. Te será muy difícil sustraerte a ese detalle de tu enfermedad mental. Así el acosador puede, silbarte con total impunidad, en espacios de titulación municipal, en la calle, en lugares públicos, privados, allí donde tú te encuentres. Eres tu frente a tu acosador, porque la paradoja es que es solo un acosador, aunque los causantes sean unos pocos o unos muchos. Da lo mismo la cantidad, tú sabes que solo hay uno, que solo existe un único acosador. Esa es otra de las grandes paradojas del Acoso Psicológico. Silbar a una persona puede parecer una trivialidad sin importancia, pero cuando esto te ocurre de forma continuada y sistemática, en mi humilde opinión deja de ser una trivialidad, para convertirse en un acoso. El acosador, los acosadores más parece que les guste su papel, que lo contrario. Si alguien sufre acoso psicológico y piensa que sus acosadores se van a apiadar de él, está cometiendo una grave equivocación. El acosador le gusta la tarea asignada, no ceja, no titubea, su función es acosarte, le da lo mismo lo que tú puedas pensar. Por lo visto los privilegios psicológicos, son importantes, caricias emocionales, apoyo e intercambio social, mejores expectativas de atención en lo social, que se yo, pueden ser muchas, de muchos tipos. Ahora bien si el que sufre acoso psicológico toma conciencia de la infernal realidad a la que está sometido. Las cosas pueden cambiar hasta cierto punto. Por ejemplo si te enfrentas con seriedad a la situación. El acosador de silbarte, puede pasar al acoso en sí mismo, buscar el mínimo resquicio, para enfrentarse contigo, para reprenderte, discutir, enemistarse, indisponerse contigo. Este quizás sea el momento en el que me encuentro. Pasado shock de la persecución por el silbido, entonces el acosador se muestra inflexible, te acosa directamente, allí donde te encuentres. Las excusas pueden ser variadas, infinitas. Iré terminando en mi caso, al hacer frente al silbido en sí mismo. Que lo he explicado en un post de este mismo blog. Ahora me encuentro en la fase del acoso personal. En las últimas fechas en lo que va de año, he sufrido acusaciones de diversa índole todos muy dolorosos. Voy a enumerarlos, desde que no trabajo con eficacia, produciendo ello mismo un cambio de destino en mi trabajo. Hasta que me da por tirar las llaves de los coches a la carretera, sin motivo alguno, solo por el hecho de querer hacer mal, esto en el ámbito laboral. Como se pueden decir estas cosas, sin permitir siquiera que las considere como una humillación personal inaceptable. Proyectan sobre mi persona actos e ideas, que no tengo, que jamás he cometido. Pero al mismo tiempo impiden que me lo tome como una humillación contra mi persona y mucho menos que lo piensen los demás. Ni que decir tiene que todas estas actuaciones son muy dolorosas, máxime cuando no son ciertas, son mentiras, que te duelen y mucho. En el ámbito de la vida personal, está el suceso de la piscina municipal, relatado en otro post, de la que me he tenido que ir, porque los acosadores no cejaran en su empeño. Funcionan a modo de verdaderos psicópatas. Cuanto más te acosan más acoso quieren. Pero es que en lo personal, he sufrido pérdidas de amistades, que suponía que eran amigos, cuando no eran más que unos vulgares traidores. Pero la última me ha dolido también mucho, se me ha acusado, de que en la población donde vivo Villarreal (Castellón), todo el mundo me conoce, nadie me quiere, no tengo amigos y que de todas partes donde he ido, he sido expulsado, incluso de mi trabajo, esto todo el mundo lo sabe. El altercado sucedió en un parque de mascotas, en un perrican, en mi opinión las mascotas son la excusa, el verdadero motivo era humillarme en lo personal. La ultima decirme que voy de mártir. Pero claro todo esto se debe a que padezco una enfermedad mental, todo son imaginaciones mías. Máxime que en el entorno de las mascotas, he sufrido un acoso no declarado, subterráneo, que he intentado sobrellevar de la mejor forma posible. Pues bien mientras todo esto ocurre con el acoso psicológico, otras personas mucho más canallas que yo, más sinvergüenzas, más miserables, son homenajeadas en sus pueblos. La foto de portada de este post es el homenaje en su pueblo a un cobrador de ETA. MISERABLES NO LO SIGUIENTE. Acabo muchas veces dicen que perdonar es una tarea de Héroes en mi opinión, llegas a un momento, en que sabes que jamás vas a poder perdonar, porque eso es IMPOSIBLE. Como puede una persona PERDONAR EL TRAUMA SISTEMATICO al que es sometido, olvidar ya es complicado, mucho más el perdonar. PD: Se me puede aducir que una riña personal no es acoso, puede ser que la alegación sea razonable, pero es muy sospechoso la obstinación en la humillación personal en contra de mi persona, sin motivo alguno aparente.http://http://elpinguinorecepcionista.blogspot/feeds/posts/full