Es ese instante, ese segundo que desfila detrás del que acaba de irse…
Después, tiene que dejar de ser la excusa que posterga lo que el alma y el corazón nos piden a gritos.
Vivir, debe convertirse en una eterna búsqueda de aquello que nos colme los bolsillos de energía,
sin esperar devorarnos el tiempo que nos queda y anhelar el que desperdiciamos, eso ya es pasado.
El tiempo es hoy y es la llave que abre esa puerta interior que nos dice:
La vida es ahora…
No sabemos que será de nosotros mañana, ni siquiera en el próximo instante,
por eso hay que apreciar los pequeños grandes momentos,
atesorarlos muy dentro de nosotros y quizás, solo quizás…
Con suerte y viento a favor…
Mañana será otro día…