0 Comment 25 oct 2013 Publicado por Ana Fernández
Cumplir años ya no es lo que era. Nos hemos olvidado de llevar chuches a nuestros compañeros por nuestro cumpleaños, de hacer un regalito a los amigos, una tarta con velas o simplemente realizar una llamada.
Las nuevas tecnologías, Whatsapp, Facebook, Twitter, nos han llevado a unas felicitaciones que ganan por cantidad pero muchas veces no por calidad. ¿A quién de vosotros no le sentaría mal que uno de vuestros mejores amigos os escribiera un triste “Felicidades” por Facebook? Las tartas físicas han dejado espacio a un sticker de una tarta y las cartas o postales para felicitar tu gran día se han convertido en un mail.
Estas nuevas tecnologías, eso sí, nos permiten recordar los cumpleaños que no sabemos cómo nunca recordábamos, con el chivato de Facebook o las aplicaciones que te permiten tener un calendario de los cumpleaños de tus amigos. Eso sí, como mi abuela y mi madre no tienen Facebook, aún me felicitan el día antes “por si se me olvida mañana”.
Lo que parece claro es que las invitaciones a las fiestas de cumpleaños también han cambiado. Ya no cogemos nuestra agenda de papel llena de teléfonos, ordenados alfabéticamente. Ahora creamos un grupo de Whatsapp o creamos un evento en Facebook con todos los datos de la gran celebración.
Con el paso de los años la ilusión de qué nos van a regalar o cuántos regalos vamos a recibir se ha desvanecido. Ahora lo que queremos es que nuestros amigos vengan y no lo tengan asignado ese día para otro compromiso.
Otro beneficio es que gracias a internet podemos encargar desde un lugar del mundo un regalo y que le llegue a tu amigo sólo pagando los gastos de envío. Atrás quedaron los sobres acolchados o sobres normales donde introducíamos nuestro regalo si era pequeño y rezábamos por que llegará en su día o a su destino.
Y que conste que amo la tecnología y creo que ayuda mucho en la comunicación. Aun así, un año más mayor, añoro las tartas de cumpleaños, las postales de un amigo desde otro lugar con un regalito o una carta de felicitación. O llámame sibarita: una llamada.
Imagen: Tarta de cumpleaños