Maneras de amar.
Te quiere, mamá, y a mí también. Viste como lloraba arrodillado, con las manos y la cara pegadas al suelo. Sus enrojecidos ojos, llenos de tristeza, demostraban que su pena era sincera. Recuerda como me cogió en brazos y me llevó junto a ti. Te acarició la frente, la sien, la mejilla y te besó la boca sin dejar de tocarme la melena con la otra mano. Esas fuertes manos, ya más relajadas, capaces de manifestar ternura. Y sobre todo, acuérdate de la última mirada que nos dirigió desde el umbral, poco antes de llevárselo.Torcuato González TovalPintura: "Hombre llorando" de Ernesto Blanco