Hay personas que son destructivas para tí como persona y seguramente para toda la especie humana. Seguro que sabes de qué te hablo, estoy segura que te has encontrado en el camino a ese tipo de personas más de una vez.
Yo las divido en tres grupos: gente negativa, gente destructiva y gente de mierda.
Empecemos por la gente negativa. Ese tipo de personas basan su conversación en la queja. Se vuelve el centro absoluto de la conversación. El otro día estaba esperando en una sala de espera en el ayuntamiento. Al lado mía había una señora de unos 60 años que empezaba todo amago de conversación con un “ain, ufff, annn… Que de tiempo por favor, todo el día perdido”. A los cinco minutos “ain, ufff, annn… que incómodas las sillas éstas”… Así hasta que decidí no seguir esperando allí.
Seguramente esa señora no tenía intención de hacerme sentir incómoda, o quizás mi nivel de empatía sería mínimo por la mañana. Pero ese tipo de personas se quejan no sólo a desconocidos, sino también a sus allegados.
A menudo la queja forma parte de tu vida con demasiada asiduidad.
Un día escuché en el autobús a un señor que se quejaba de que su hija no iba a verle, en 20 minutos que compartí su conversación se llevó diciendo a la hija eso mismo. Quizás para la hija sería más agradable ir a verlo sin reproches, sino con conversaciones agradables. La queja nos separa de la gente, que se cansa de nuestras quejas. Prueba un sólo día a no quejarte, verás como los demás cambian su actitud hacia tí.
La queja es demasiado común y negativa.
A la gente negativa también suele gustarle hablar (escribir) sobre sí misma y su vida sin sentido, donde se suceden los episodios de astío hacia la vida y las situaciones cotidianas. Son personas que toman la felicidad de los demás como una ofensa. Entienden que ser feliz y mostrarse feliz ante los demás es símbolo de falsedad y lo rechazan. Necesitan sentir que los demás lo acompañan en su malestar y son igual de infelices. Se nutren de la infelicidad. Esa es una de las grandes razones por las que te pueden hacer entrar en una espiral de infelicidad junto a ellas. Otros lo llaman estados vibracionales negativos. Yo los llamo simplemente contagio de la infelicidad.
Ahora entramos en el capítulo de la gente destructiva. Éstas son sin duda las más difíciles de descubrir y las que pueden hacer de tu vida un infierno. Yo me he encontrado con muchas de ellas, desgraciadamente. Ahora con la edad les es más difícil conseguir sus objetivos de destrucción. Porqué lo hacen es todavía un misterio para la humanidad. Yo particularmente creo que este tipo de personas necesitan tener a su lado a personas dependientes, pero esta dependencia es difícil de conseguir, por lo que intentan destruir la autoestima para después venir al rescate. Una persona destructiva en su máxima expresión podría decirte: “Te das cuenta, tu vida no vale nada en comparación con la mía, pero yo puedo ayudarte a ser cómo yo, siempre y cuando no me hagas sombra”. El problema es que normalmente son mucho más sutiles que todo eso, suelen hacerlo poco a poco, te pueden aminorar y hacerte creer que sin ellas no eres nadie. La única manera es a la mínima intención hacer un corte limpio, quirúrgico con una relación así. No merece la pena.
Y por último está la gente de mierda. Esa gente no tiene ningún tipo de consideración con nadie y por tanto no voy a hacer ninguna consideración hacia ellas.
Así que no te sientas mal por alejarte de estos tipos de personas. Está muy bien hacer limpieza en lo personal. En realidad es lo más sano que puedes hacer por tí misma. Si te gusta lo que escribo en este blog, estoy segura que te gustará también recibir en tu email unos correos semanales que escribo con artículos diferentes al del blog. Si quieres recibirlos sólo tienes que suscribirte en este link http://eepurl.com/pG3eX . De ese modo recibirás material inédito directamente en tu correo.