—¡Si tienes más comida que la que te puse!
—¡Pues ya lo tienes para la merienda!
—¡Ni pelota ni peloto!
—¡El domingo, sin paga!
—¡Sin tele una semana!
Cerró la revista Mamás primerizas dejándola sobre su abultada barriga y, recordando a su madre, se durmió.