Revista Talentos

Maquillaje para Interpretes

Publicado el 15 junio 2010 por Manumedina
Ya desde los tiempos de la Grecia Clásica han existido expertos encargados de caracterizar a los actores de teatro con el objeto de completar la dramaturgia de las comedias. Un gran actor lo es menos si su apariencia física no se corresponde con la del personaje que interpreta, y un actor mediocre puede aliviar considerablemente sus carencias y hasta llegar literalmente “dar el pego” si está peinado, vestido y maquillado adecuadamente. Así como los actores son sin duda artistas también lo han ser aquellos que transforman su aspecto físico hasta convertirlo en el de los personajes que interpretan. Desde las caretas de los cómicos griegos hasta los efectos especiales más modernos de los intérpretes actuales, la aventura teatral ha utilizado todo tipo de  procedimientos de mimetismo y caracterización para hacer creíble al público el trabajo de los actores sobre el escenario. 


Una vez elegido el vestuario, la labor del peluquero-maquillador consiste en transformar el aspecto físico de los actores en el de los personajes previamente definidos por el autor de la obra y modelado en la dramaturgia elegida por el director escénico. Para llevar a cabo su labor dentro de la dramaturgia elegida por el director al servicio de los objetivos de la obra, el peluquero-maquillador deberá realizar primero una lecturaminuciosa de la obra en cuestión hasta empaparse en la misma y llegar a conocer la vida y trabajos de su autor.Realizará después un diseño minucioso de los personajes, ayudándose de dibujos y esquemas creativos y de las técnicas informáticas de diseño de rostros, peinados y vestuario. Para ello el peluquero-maquillador ha de poseer un conocimiento profundo de la historia del peinado, teñido efímero de cabellos, peluquería antigua, actual y de época, historia del maquillaje, etc. Un buen artista de la transformación deberá ser así un experto en pintura, fotografía y escultura, desde las más remotas a las de la más rabiosa actualidad, capaz de identificar y recordar cualquier retrato o busto escultórico de las pinacotecas y museos de todo el mundo.               
La tercera etapa de su trabajo, la más complicada y difícil, consiste en plasmar el diseño en realidad. Es aquí donde intervienen más decisivamente la intuición y creatividad del artista. Lo primero que deberá hacer es estudiar con todo detalle las características físicas y el carácter de los actores que va a transformar, estableciendo el procedimiento de adaptación de dichas características y carácter al diseño antes elaborado, en cada caso.  

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