Curé tu herida con mis labios mientras mis caricias entretenidas estremecían tu piel y entre algún pellizco volvía a brotar una lágrima de sangre de tus labios, ¿o esta vez eran los míos?...Tus dedos lentos pero seguros, acariciaban mi cuerpo, en mi ombligo quedó tu lengua un momento, para mirarme despacio, sereno, aunque latiendo.Descubriste por primera vez los pliegues de mi cuerpo, sembrando, despertando pasiones olvidadas. Mi piel receptora de esa calidez ansiaba tus caricias.Sobre mis pechos firmes, posaste tus labios para calmar tu sed y prolongar mi deseo. Mordisqueando mis pezones despacio, sin prisa, tus dedos acariciaban las aureolas mientras nuestras lenguas se encontraban. El hielo de la fría noche de invierno se fundía en nuestro fuego.Tu sabor a sangre, sal y azahar, esencias que impregnan la piel cuando abrasa y desbordas sensaciones, me deleita……..Me llevas despacio hasta el clímax, sin prisas, te siento, nos sentimos, provocas esas pasiones, que se quedan en los recovecos de nuestra extraña mente, cuando es tan obvio tu deseo.
Remolinos entre las sábanas, arañazos en la espalda y algún grito en la noche; gemidos, dulces gemidos quiebran lo que hace unas horas era silencio y mientras sentía caer en el vacío, ahora me agarro a tersos pechos o saboreo el placer de saciar mi gula acercándote al deseo que devora nuestras almas.
Saboreo el néctar que fluye de un valle encantado; tal vez donde acaba todo, o tal vez donde empieza, pues mi boca, mi lengua carece de pensamiento, deambula libre a placer recorriendo cada línea, cada curva, cada recodo, entre valles y montañas, por tus labios y por tus placeres más personales. Este momento no tiene ningún límite, ninguna barrera, nos dejamos llevar por un instinto, por una ilusión o un sueño, nos dejamos llevar por el tacto de la pasión más pura y más esencial.
Mira, obsérvate frente al espejo, deléitate mientras me agarro a ti, con fuerza, con firmeza, con suavidad mientras soy parte de ti….
Su reflejo, en la penumbra de la noche, muestra armonía en movimiento, dos cuerpos que engarzados se abrazan y se funden, comparten sus fluidos, sudor, lágrimas y risas. Perfecta conjunción de dos astros dentro de un universo……..el nuestro.
Las sombras fluyen en torno nuestro, mientras los leves movimientos se encadenan haciendo flotar en la densa oscuridad un reflejo, un sensual suspiro, que hace levitar el alma, la vida.
La cadencia de sus notas deja en el aire un murmullo arrollador que es encauzado por las enjauladas líneas en que habitan, marcan o desmarcan pasión ardiente, silencio atormentado, lamentos del corazón, latiendo, sin más.
Dedos entrelazados acompasan la dulzura del vaivén, mientras los carnosos labios entreabiertos, se deleitan a su paso de tan dulce manjar.
Ojos entreabiertos que simulan el tranquilo oleaje del mar en calma, respiración agitada, acompasada, sin permitir perderse el ritmo de tan bella melodía.
Música en la que se funden efluvios que fluyen de muestras entrañas, Dos cuerpos ahogados en suspiros que recitan al aire sus murmullos, se funden en pasional acorde que remonta bella escala.Besos que resuenan como un click en nuestras mentes que ahora andan en suspenso....
Déjame observarte desde la orilla tu cuerpo de mujer, déjame retenerte en mis pupilas mientras tus manos me dirigen la mirada.
Agua húmeda en el vacío silencio solo roto por el movimiento del agua, movimiento acompasado, tenue, fugaz; nadie nos observa, nadie nos ve pero podría ser que sí, algún público atento de nuestra historia privada, de nuestro momento más íntimo; tú lo sabes y yo lo sé.
Labios ardientes, lenguas entrelazadas, amor carnívoro, hay quien diría incluso: caníbal; fluidos alimentando nuestro estomago hambrientos de deseo bajo un manto de estrellas.
Una vez más te llenas de mí, siento tu calor, siento tu deseo, incluso tu humedad disfrazada en esta agua que nos envuelve, espalda arqueada e insinuantes caricias junto a tu corazón, formas cambiantes, auras crecientes apuntan al cielo del placer.
Sentimientos ocultados en la noche de los tiempos de dos almas, de dos cuerpos entregados en cualquier momento, en cualquier lugar, sin miedos, sin límites, simplemente siendo nosotros mismos entregados al placer que nos ha solicitado nuestro cuerpo, nuestra naturaleza más íntima…
Cerré los ojos un momento, para sentir profundamente tu deseo, subí tan alto en el acantilado que creí volar, mis brazos, alas como en aquellos sueños, águila danzando el cielo en su extrema libertad para decidir caer al mar y ser sirena, y abrazar sin duda tu alma.
Deje mi mente libre, abandone mi cuerpo, nuestro deseo se quemaba en aquellas aguas.
Avanzamos sin pensarlo, ya conocíamos nuestro cuerpo, el tiempo eclipsó mientras mis labios recorrían tus senderos. Esa nuca que invita al descenso para llegado el momento buscarte.
Me sientes, palpitó, palpitas, mis labios buscan tu miembro que piden su presencia. Sólo nuestros gemidos despiertan a la noche.
No quiero que desboques, te necesito. Quiero sentir en mis entrañas el fuego que te inunda…
Puedo pero no quiero esperar más el momento………….
Entonces búscame como faro en la noche, como el deseo de arribar a buen puerto, sintiéndote segura, a salvo.
Cobíjate en mis entrañas hasta que formen parte de ti… no llames y déjame entrar en este instante tan tuyo, tan mío para sobrevolar la inmensidad del placer a ras de mar o entre los algodones que cobijaron un día nuestras angelicales alas y hoy ausentes para gozar de un placer terrenal.
Desnúdame el cuerpo pues el alma cada vez es más tuya que mía, siento la piel estremecerse, como acariciar la arena de aquella playa que nos envolvió alguna vez; tal vez sea frío, tal vez un estruendo de placer de dos miradas penetrantes que se quedaron sin palabras y ahora nuestra piel es la que habla mientras cada vez estoy más cerca de ti, más dentro de ti, más a dentro de ti, lo veo en tus ojos, tus parpados se cierran y tus dientes me rasgan mi labio.
Vaivén de caricias como un tiovivo subiendo y bajando incesantemente, lentas, prolongadas, con alevosía, acariciando tu contorno una y repetidas veces, tus brazos rodean mi nuca y ahí es donde empiezan, ahí es donde se funde el universo y dos estrellas osan colisionar.
Un sentimiento, una sensación un deseo inescrutable que todo lo llena, que todo lo abarca, dos miradas, dos almas en un solo cuerpo fluyen en la noche, fluyen vida y energía, un calor humano abrasador….
Fundidos en un solo cuerpo sin ocupar más espacio que el necesario para sentir nuestro fuego. Mis manos se agarran a tu espalda, no puedes evitar coger mis pechos con tus manos, con tus labios en ese vaivén cada vez más intenso en que nuestros cuerpos escalan mágicos placeres…
Tus ojos se cierran mientras tu cuerpo se arquea desbocando, y el sudor resbala por tu rostro, por tu pecho, mientras siento tu fuego en mi interior, latiendo, mientras sientes como laten mis entrañas.
Sólo un cuerpo unido en la más bella extensión de la creación, donde no hay tiempo ni lugar, donde sólo somos piel que siente, que desprende vida.
Gozamos casi sin sentido, solo quisiera, por un momento, parar el tiempo, ser ella, la luna, cuando roza el sol por un instante, aquel en que el fuego de nuestros cuerpos se desboca al romper el nuevo día.
Sin prisa me abandonas, tu lengua cálida busca entre mis piernas el centro del deseo, y cuando sientes que soy tuya, sin más espera……
Esa lengua que como culebra inquieta y zig zageante deambula por un valle despejado, a su antojo, a tu entero placer bajo el resorte que abre la puerta al paraíso terrenal en un tío vivo de sensaciones que solo los sonidos de tu voz son capaces de comunicar al viento y tus uñas en mi espalda.
Culebra ciega que repta arriba, que repta abajo o perdida en una rotonda, presiona o se desvanece por segundos y que acaricia con leves mordiscos el alimento que sucumbe a su placer mientras nuevamente se alinean los astros.
Mi mano inquieta se agarra a tu corazón para no caer en el desfiladero sin antes catar el sabor de la miel, mi otra mano más inquieta todavía busca entre las sombras de un húmedo valle perdido a mi merced.
La noche es eterna o el tiempo se detuvo entre un pensamiento y una realidad, somos el sol y la luna, calor abrasador y fría verdad, somos un eclipse de dos cuerpos fundiéndose por momentos y contemplativos a instantes, observando tu placer, deseando tu deseo desde tus labios hasta tu intimidad recorriendo cada caricia y sintiendo el abrazo de tus caderas logro sentir que cada vez me deseas más, entre la vida y la muerte que nos provoca este placer, este es nuestro momento, dos estrellas bajo un cielo a nuestra disposición y la inmensidad de tu cuerpo entregado a mi antojo y libertad saboreando el néctar entregado que llena mi boca de ti….
No quiero dejar abierto el sendero del deseo, quiero cerrarlo contigo, mientras aún seas parte de mi sueño.Si es el cielo, lo busco, si es tu hermano gemelo el deseo, donde se quema el fuego del infierno, no me importa, lo deseo.Me perderé en la tormenta entre las nubes para descender hasta la misma puerta del averno solo por sentir en mis entrañas tu fuego, ese que me posee a cada instante.Sentirnos, como si nunca más pudiéramos hacerlo, sabiendo que el mañana es un fantasma que nos acecha y nos prohíbe.Amarnos, sin más preámbulos ni obligaciones que el sentirnos mutuamente, embriagar nuestros sentidos, fundir nuestros deseos.Mi alma es tuya sin duda, a través de tus palabras me llegaste, y las mías entre líneas descubriste, piel con piel somos y por eso te deseo.Encumbremos, mi vida, dejando a un lado nuestra mente, nuestros pensamientos, nuestros miedos, y soñemos.Un sueño sin barreras, sin límites, donde nuestro lecho sea el cielo y nuestro gozo el sol… Quiero sentir la calma y al mismo tiempo la tempestad.Sin duda nuestros gemidos los lleva el viento, abrasan ya nuestras pieles, y solo nos queda abrazar juntos el clímax.Quiero alcanzar contigo la cumbre del orgasmo, pero no una sino ciento, me llevas de la mano encontrando los senderos, ascendemos montes y cruzamos ríos para después bajar al valle.Sé que abriré los ojos y será solo un sueño, pero no importa, si contigo sueño….Quiero ser un erial y prenderle fuego a tus entrañas.Quiero ya que en ello estamos que cabalguemos con furia ahora, en este momento, donde nuestro límite no encuentra tiempo y nuestro placer ya fluye, para poder ambos, juntos, acompasados sentir ese nuevo volcán que aflora desde las más profundas corrientes… El estallido del magma, cuando fluye a través del cráter, y abrasa aquello por donde pasa.Tal vez entonces, no queramos una pausa, y retomemos nuestro sueño…………
Jaime F. González &Marijose LuqueFotografías tomadas de la red, si alguno de los autores lo solicita se retirará.
Este proyecto lleno de magia, vivido como un sueño fue escrito con Jaime un amante de la fotografía y de las letras http://jaimefgonzalez.blogspot.com.es.