El día se vuelve negro, la noche se pone blanca. Tirita mi alma al verte, pues hoy con gran pesar te marchas. Suenan campanas en mi corazón, late en mí la desesperación. Sé que te vas y al mirarte, temblar. Me dejas, te alejas, de mí te vas.
Llegas a mí y me llenas de amor; te hartas de mí y me dejas dolor. En vida me odiaste, no me diste el perdón; truenos y rayos en mi interior. Oigo tu voz susurrarme al oído; te quise y te quiero, te digo y repito.