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Marco Aurelio
Publicado el 04 septiembre 2013 por José Alfonso Pérez MartínezArco triunfal de Marco Aurelio en Trípoli. A aquel emperador le hubiera seguido, hubiera sangrado por él incluso. Estoy leyendo (releyendo) ahora sus meditaciones. Era un alma nobilísima, por educación y por talante. Filósofo, bondadoso, respetuoso de sus mayores, de la ley, de las propiedades y de los derechos de los ciudadanos. Pasó largos años en el limes germano, combatiendo a los enemigos de Roma. Entre batalla y batalla, entre expedición y revista de tropas, escribía en su tienda, o en los pretorios de los campamentos, meditaciones valiosísimas que los hombres han conservado y transmitido como un auténtico tesoro de sabiduría hasta nuestros días. Es la cumbre del estoicismo clásico. Murió con 59 años. Su único error: ceder el imperio a su hijo Cómodo, un auténtico monstruo.