Margo. El principio.

Publicado el 11 mayo 2014 por Marga @MdCala


Sus primeros recuerdos, confusos como los de todos, la llevaban a reconocerse como “reina por un día”.  Y es que tan poco fue el tiempo de su existencia unigénita en la familia, aunque ella misma batiría ese récord natalicio unos años más tarde… No, ella no estaba preparada aún para compartir amor, espacio y desvelos, y así lo hacía saber al mundo con su mirada fruncida y dedicada. Había sido destronada por quien la superaría en belleza, inteligencia, bondad, tranquilidad, sueño y sonrisas, a juicio mal disimulado de su madre. Y así le sería recordado hasta su memorización. Margo lloró en sus primeras cuatro estaciones, todo lo que no se permitiría hacer durante el resto de su vida. Había comprendido hasta qué punto podía ser inútil semejante demostración de sentimientos…
Sus ojos, a pesar de la inocencia obligada, nunca lucieron el color de la infancia: siempre miraban serios y decididos un futuro que no comprendía pero anticipaba. Un futuro que -de forma estúpida- anhelaba. En él se visualizaba dueña y reina de sí misma, sus actos, sus gestos, sus deseos y sus miedos. Nunca le pasó por la imaginación, desbordada en guiones ficticios de cada escena cotidiana, que estos progresaran tan adecuadamente como para dilapidar todo lo demás. 
Margo siempre echaría de menos a su abuela materna, aquella que hubo de ser copiloto de crianza y primera voz en la creación de la autoestima que otros olvidaron. Y es tan imprescindible el ingrediente que, de faltar, puedes pasarte la vida mendigando un amor y un reconocimiento, que no harán sino convertirte en la víctima de tu propia sombra. Pero bueno, aquellos eran -todavía- días de luz, color y sabor albaricoques… 
(Continuará…)