Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados
El presidente utiliza el caso de Escocia para alertar del riesgo de la secesión. “Aparecerían fronteras por todas partes”, asegura el Gobierno. Si el Gobierno catalán sigue en su empeño de convocar una consulta ilegal para tratar de romper España se encontrará con un muro: el Tribunal Constitucional, que la tumbará. En el hipotético caso -muy improbable, recalcan en Moncloa- de que Artur Mas y sus socios hicieran oídos sordos, el Gobierno “hará lo que haga falta” para que se cumpla la ley, en palabras de un ministro implicado.
El presidente ha empeñado su palabra. No tocará los artículos 1 y 2 de la Constitución, en los que reside la soberanía nacional. Bajo ninguna fórmula, permitirá un referéndum: ni convocado por el Estado ni tutelando las preguntas, aseguran desde Moncloa. Y lo reafirma muy claro en privado: España no se romperá bajo su mandato y él aspira a la reelección.