Allí mismo no salen de su asombro, y casi no son capaces de asumirlo, todavía no saben que la estadistica les señalará.
Alguno de ellos hará lo mismo a su pareja, la fiscalizará su móvil y sus contactos y conversaciones e incluso la pegará, todo ello creen, por su bien, ellos son el hombre y es lo más normal, es posible que lo hayan vivido en su propia casa, lo más natural pensarán, mi padre lo hizo.
Ellas, quien sabe, desearán que no sean las perjudicadas, hoy en día todo está cambiando, el amor mal entendido no cabe en su pensamiento, algunas han visto en su casa el sufrimiento padecido por sus madres en los avatares de un matrimonio desigual.
Todo esto va pasando por sus cabezas mientras la pobre Marina va contando su vida con la esperanza de que todo cambie y lo padecido por ella no se vuelva a repetir.
Con todo mi cariño para Montse