Marioneta triste y gris

Publicado el 22 enero 2016 por Marta Bartac @martabartac

'' Ya no miraré hacía atrás,¡ Ahora me toca olvidar!,No piense que lloraretoda la vida porque ¡NO! No seré más para ti,marioneta, triste ! Y gris!porque no vas a dejar,mi alma muda, sorda y rota. ''
En ocasiones, nuestro mundo parece venirse abajo. El vaso se llena hasta tal punto que el agua sale por sus bordes. Te ahogas. Sabes que es muy pequeño pero aún así no puedes respirar. Ves la salida, pero no tienes fuerzas para nadar y no hay nadie capacitado para sacarte a flote, aunque quizás si dispuesto a hacerlo. La vida es fácil. Los seres humanos la hacemos dificil. ¿Y qué? ¿Qué más da conocer la teoría? ¿Que más da que todos sepamos que las malas rachas terminan si eso no hace que duelan menos? Conocemos lo bueno porque hemos saboreado lo malo. Sí, ¿y qué? La teoría es bonita, pero cuando nos ocurren cosas malas no pensamos "no pasa nada, no pasa nada, gracias a esto valoraré más cada beso y cada caricia". No. Nadie piensa así. Preferimos hundirnos en un vaso de agua en el que podríamos permanecer de pie.Ahora he asumido que esos malos momentos existen y existirán siempre. Uno nunca puede ser permanentemente feliz. Pero si es cierto que como en una película, puede abundar el color o el blanco y negro. Aunque algunos días se tiñan de gris, me alegro de vivir en un mundo que parece sacado del mago de Oz. Un mundo donde el sol sale casi todas las mañanas. Con altibajos, sí, pero con más altos que bajos. Amistad, dulzura, confianza, pasión. Sueños. Sueños que se vuelven reales. Ilusión. Proyectos. Futuro. Tantas cosas cuyo valor no se puede calcular... mucho más que riqueza. Un mundo en el que constantemente, sale el sol .Dicen que después de la tormenta llega la calma. Y que tenemos que aprender a sobrevivir bajo la lluvia. Yo creo que es verdad. A veces todo el universo se apaga y nos sentimos solos pero, ¿quién no ha caminado a oscuras alguna vez?. Cuando era pequeña y se iba la luz, solía pasar miedo. A veces incluso lloraba. Pero me quedaba quieta, en una esquina el tiempo suficiente como para volverme valiente, ponerme de pie y caminar hasta encontrar una mano que me guiase, o hasta que volviese la luz. Supongo que en la vida ocurre más o menos lo mismo. Parece que nada va bien y de repente una persona o un conjunto de casualidades aleatorias (ui, casualidades aleatorias. ¿No son aleatorias todas las casualidades?) hacen la función de esa luz, o de esa mano. La verdad es que no sé cómo ha sucedido, pero sé que hace una semana no encontraba un motivo o una razón y de repente, parece que algo está cambiando, que he hecho click, que creo que todo puede ir a mejor. Que tengo ganas de que llegue mañana, y pasado mañana, y el siguiente. Ganas de experiencias, ganas de momentos... ilusión. Quizás la luz se vuelva a apagar, quizás solo dure encendida unos minutos pero, ¿qué importa? Habrá que disfrutar de ese instante en el que podemos ver, que hay mucho mundo bonito por contemplar.