Marketing en todos los sentidos.

Dejando al margen el contexto actual que envuelve a las empresas y las peripecias que algunas de ellas realizan para adaptarse a dicha situación, las nuevas tendencias apuntan hacia un marketing más social y humano, dirigido a la sensibilidad de los consumidores y a su preocupación medioambiental.
De esta forma, la frialdad que en ocasiones suele envolver la mercadotecnia de ciertas organizaciones está dejando paso a acciones mucho más consecuentes y emotivas. En ellas lo que prima ya no es exclusivamente fabricar y presentar las ventajas del producto sino también despertar la fibra sensible del público objetivo. Por todo ello, son muy comunes ya términos como marketing ecológicoy marketing sensorial.

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El creciente deterioro del planeta ha motivado la consecuente aparición de consumidores que persiguen satisfacer sus necesidades al mismo tiempo que proteger el entorno que les rodea. Conscientes, las empresas están implantando nuevas estrategias que, además de obtener beneficios económicos, les permita reducir su impacto sobre el medio ambiente. Esta dinámica está derivando en procesos de producción y distribución más respetuosos así como en una mayor notoriedad por tales gestiones. Unas decisiones que fomentan el compromiso corporativo pero, paradójicamente, también justifican la optimización de servicios, como es el caso de la eliminación de las bolsas gratuitas de la compra en los supermercados o la presentación digital de información en detrimento de la inversión en papel.

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Por otra parte, la cautivación a través de los sentidos es otro de los propósitos de las técnicas de promoción que se están implantando. En un mercado en el que los productos cada vez se diferencian menos, la forma de percibirlos resulta fundamental. Tanto es así que se ha generado un marketing sensorial o experiencial que persigue no sólo atraer al consumidor por las características visuales y/o funcionales de los productos y servicios sino también a través del oído, del gusto, del tacto y del olfato. Canciones pegadizas, sabores y texturas agradables o aromas evocadores son algunas fórmulas recurrentes. Incluso ya han aparecido empresas especializadas en crear fragancias exclusivas para instalaciones y puntos de venta.

Es, por tanto, una nueva forma de entender la relación empresa y sociedad, más lógica y comprometida, con una feedback natural. Todo sirva para mejorar el hábitat y tener un día a día muy confortable.

Periódico ESCAPARATE. Suplemento de economía (octubre-noviembre 2011)