Pues resulta que a mi hijo además de darle miedo que se muevan los cochecitos del euro también le dan un miedo atroz los disfraces. Las pocas veces que le hemos intentado disfrazar nos ha montado unos pollos increíbles pero es que además le dan terror las personas disfrazadas.
En el parque que hay enfrente del apartamento por las tardes-noches están Mickey Mouse y Bob Esponja dando por la voluntad espadas hechas de globos (que la voluntad casi nunca es menos de un euro así que se sacan una pasta). Mi hijo quiere la espada pero no quiere acercarse a ellos por nada del mundo, le dan pánico y como intentes acercarle se pone hasta blanco. Y de hacerse una foto con ellos ya ni hablamos. Todos los niños se hacen una foto después de coger la espada, pues él ni hablar. Eso si, es como una atracción y miedo a la vez lo que siente por ellos porque en cuanto nos vamos de allí y ya no los ve nos dice “foto Mickey”, es decir, que le hagamos una foto con Mickey y nos tira de la mano para volver, pero en cuanto le ve otra vez le entra el miedo.
El colmo del terror lo pasó el otro día. Por las tardes sale una carroza que da vueltas por las calles con Patricio, Zeus y otros personajes de dibujos que no conozco. Nos paramos a verla y dio la casualidad que se paró la carroza enfrente de nosotros porque ya había acabado su recorrido. Mi hijo que vio que se bajaban todos de la carroza, no se que debió pensar, que venían a por él o yo que se, el caso que se puso a llorar histérico y no le podíamos calmar, con deciros que nos lo tuvimos que llevar de allí porque veía que le daba algo.