Poco a poco esa princesa comenzó a tomar presencia en los sueños de nuestro amigo. El chico, para nada tímido, se sentía sin embargo tremendamente cortado cuando estaba a su lado sin comprender por que. Poco a poco los meses fueron pasando, el seguía asistiendo a esa clase por la que no sentía absolutamente ningún interés, sus esperanzas estaban puestas en unos ojos, en una mirada y no en los libros.
Los dos cruzaban miradas, el corazón del muchacho daba saltos de alegría cuando la veía acercarse, las conversaciones comenzaron a ser más frecuentes, compartían intimidades, secretos y noches de conversaciones tontas pero que para él lo significaban todo. El mes de junio llego, sus vidas se separaron, se rompieron las miradas cómplices, la sensación de nerviosismo y ansiedad, ese calor especia que sentían en el interior se sofoco. El curso termino y las sonrisas se apagaron...ella continua apareciendo en sus sueños pero se desvaneció en su vida.
Si os ha gustado este tipo de historia os dejo algún que otro árticulo similar