Revista Diario

Más que navegando, conduciendo

Publicado el 22 noviembre 2010 por Almaconarte
Más que navegando, conduciendo
8:49 am, esquina de las calles Thomas y Trimble, Nueva York
- Ya era hora - dije (sip, Xii con el modo nerviosa activo) - ¿Qué tal esas tostadas?
- Bien, pero de saber las nauseas que provoca el teletransporte mañanero me lo habría pensado dos veces antes de hacerlas - comentó Xoop, ligeramente pálido , apoyado sobre una de las estrechas y grises paredes - Déjame adivinar: esto estaba programado ¿verdad?
- Pues casi que sip. Por cierto, has tardado muchísimo en ese desayuno. Pensé que tenías el kit-de-emergencia-por-si-Xii-hace-una-reseña-exprés más que preparado.
- Y lo tenía preparado. Pero teniendo en cuenta que ni siquiera me has dicho cuanto vamos a tardar he decidido traerme una mochila con ropa, dinero y algunas provisiones.
- Vaya... muy bien pensado. O mal pensado por mi parte. No sé qué decir. La verdad es que el tema del tiempo es complicado. Yo he tardado 2 horas y 49 minutos en venir aquí desde Denver en coche. Un poco lento, creo, porque para Percy y compañía ha pasado un añito. 365 días entre mortales, decisión que Percy y Annabeth toman y que zanja el primer libro. He pensado que de camino al Olimpo podríamos ver el Campamento Mestizo. Sólo por simple curiosidad, ya sabes...
- Xii, ambos sabemos que es más que curiosidad. De hecho ni siquiera nos pilla de camino.
- Ni siquiera lo notarás. Atento. - dracma en mano me dispuse a realizar mi segunda invocación. Esta podríamos situarla en un nivel 2 (eso implica que la realizada a Iris ocupaba un orgulloso nivel 1). Saqué mi guía de conversación en griego antiguo y pronuncié alto y claro - Stéthi ¡Ó hárma diabolés! [«Detente, Carro de la Condenación.» en español]
Más que navegando, conduciendoLancé la moneda, que fue absorbida por un asfalto ahora líquido. El punto donde la moneda cayó comenzó a burbujear y la superficie acuosa se extendió hasta alcanzar el tamaño perfecto de un coche. Poco a poco el color del fluido asfalto pasó a una tonalidad granate mientras que de él salía un taxi neoyorkino gris. Nuestro nuevo transporte parecía estar hecho de humo.
El piloto bajó la ventanilla. Se trataba de una viejecita de acento extraño y desgreñada soltó al instantes:
- ¿Cuantos y a donde?
- Dos; al Campameto - contesté rauda y veloz. A la misma velocidad empujé a Xoop hacia la parte trasera.
Cuando entramos descubrimos que no difería demasiado de un taxi normal... excepto porque eran tres las que conducían el taxi. Avispa, Tempestad e Ira, rezaba en las doradas chapitas de las ancianas, que compartían un ojo y un diente. Por alguna razón que no alcanzo a comprender simpatizaron con Xoop.
- He traído una pequeña cámara de mano para tomas como esta. Porque supongo que tu segunda reseña empieza ahora ¿no?
- Si me das un par de segundos para retocarme, está hecho. ¿Podríais gritar más bajo, por favor?
Creo que mi petición amistosa no fue bien recibida. Podía entender lo difícil que resulta conducir cuando compartes un ojo con dos personas y dependes de lo que estas te digan, y más cuando el límite de velocidad moral no es nada para ti. Pero resultaba incompatible con mi labor periodística.
- Apuesto a que esa no es una buena idea - comentó Xoop, agarrado al asiento como si fuera magnético.
El coche dio un giro espectacular, más bien propio de las películas de acción.
- Señoras, serían tan amables de... - sugirió Xoop en uno de sus tonos ultradulces.
- Claro cielo - comentó Tempestad - Seremos participes de vuestro reportaje. El Sálvame Inframundano se quedará corto a vuestro lado.
Que haya un Sálvame en el Inframundo asusta. Pero saber que las propias Moiras te ayudarán a conseguir un reportaje aún mejor... aterra al punto de protagonizar las mejores pesadillas de cualquiera.
- En-entonces comencemos... - casi susurró Xoop
- Claro - respondí - Situémonos. Percy y Annabeth han pasado el año académico entre mortales, y Grover ha partido en busca de Pan (dios de las tierras vírgenes, preocupado por la salud de nuestro mundo). Así, esta novela nos sitúa en el último día de curso.
Más que navegando, conduciendo- Por esta novela entendemosEl mar de los monstruos (2ª parte de la saga Percy Jackson y los dioses del Olimpo, de Rick Riordan)
- Exacto. Y, nueva aventura aparte, hay algo que me entusiasma de esta novela: nuevos personajes. Entre ellos un tiernote de esos que hacen reír: Tyson.
- Confidencia - anunció Avispa y una extraña musiquita acompañó sus palabras - No le admitimos en nuestro taxi.
- Confidencia - cortó Ira, melodía incluida - a no ser que la propina sea muy generosa.
- Ya... A lo que iba - continué - Tyson, que es un cielo y un genio sin igual. Por él se llora y ríe a partes iguales. Pero algunas incorporaciones como Tántalo, odioso sin igual. Eso sin olvidar los muchos seres mitológicos que hacen su particular "cameo" modernizados (como Rick Riordan nos tiene acostumbrados). Tras la traición de Luke, y con Cronos asomando, decir que las cosas se pusieron feas sabe a poco.
- Confidencia - gritó Tempestad, con su particular sintonía de la mano - Las cosas se van a poner mucho peor. Si supieras de la profecía que conoce Quirón... claro que eso bien vale un plató - rió y calló sin más.
- Estupendo... En esta nueva aventura el Campamento se ve amenazado y, además, Grover está en grave peligro. Por lo que nuestros chicos tendrán que atender hábilmente a dos frentes abiertos. El Mar de los Monstruos es una novela más ligera que la primera a nivel argumental: nuevos datos aparecen para dejarnos boquiabiertos, sólo que son pocos (quizá para relamernos y asimilarlos mientras la tercera parte nos aguarda). El ritmo, algo más rápido que en la anterior entrega, nos hará sumergirnos, casi sin darnos cuenta, en una historia donde pasar de página supone segundos. Como a poco que cuente la palabra spoiler lo llenará todo, sólo puedo decir que volvemos a los dioses que lían...
- Huy, eso no es nuevo. Deberías ver nuestro Sálvame Inframundano. Hades es de lo mejorcito, sobre todo con su copresentador Caronte: que si un dios quiere montar una guerra, que si una venganza por aquí, que si un nuevo lío con mortales... - dijo Ira
- Entonces podríamos decir que siguen en su línea - afirmé
- No, no... Esto va a peor. E irá a más... - confirmó Avispa
- El caso es que estamos ante algo que oculta más de lo que se presta a enseñar. Percy sigue aprendiendo de todas las novedades que se cruzan por su camino, Annabeth continúa siendo esa estratega nata y sabia, sólo que en esta etapa descubrirá muchas cosas, y Grover... bueno, es simplemente Grover, con su humor e ingenio. Así pues nada le falta a esta segunda parte, incluso un final no apto para cardiacos.
- Así que te gustan los destinos - preguntó Tempestad
- En resumen... es rápida como ella sola y sigue cargadita de la imaginación de Riordan lo que podría sintetizarse en Creatividad: 5/5Trama: 3/5Personajes: 5/5Escritura: 5/5Intriga: 4/5Ritmo: 5/5Final: 5/5, Puntuación global: 4.5/5.
- ¡Hemos llegado! - exclamó Ira.
Más que navegando, conduciendoFue bajar del taxi de las Hermanas grises y, prácticamente, esfumarse este. Atónitos miramos alrededor. Habíamos llegado a un campamento, sí, pero no al que esperábamos. En el aparcamiento de caravanas para caballos algunos de los presentes llevaban camisetas de brillantes colores con leyendas fosforescentes que ponían: «PONIS PARA FIESTAS Y CUMPLEAÑOS. ÁREA DE FLORIDA.» Todos eran centauros...
Más que navegando, conduciendoPeriodista: Xii
Cámara: Xoop
[Click aquí para saber algo más de estos personajes]
Novela: Percy Jackson y el mar de los monstruos de Rick Riordan

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