Revista Tecnología

Más tecnología, menos profesores… ¿mejor aprendizaje?

Publicado el 01 junio 2013 por Jairoalberto

En este mismo sentido, Thomas Frey, hablando de la educación sin profesores (teacherless education), pone en escena la gran cantidad de docentes que están haciendo la transición hacia roles de soporte y coaching para el aprendizaje en línea. Experiencias como los MOOC, en los que un solo docente “es capaz” de “certificar” a más de 2000 estudiantes en un solo curso, es un caso que más allá de lo administrativamente rentable, debe promover la reflexión sobre los modelos de aprendizaje que se valen de la comunidad, los pares y la horizontalidad, antes que de los expertos, los profesores y la verticalidad, para ser socialmente aceptados.

Christensen afirma también que esta experiencia no se quedará en la educación superior específica personalizada, aunque sea la que tenga más oferta, la experiencia del “teacherless” y la formación del aprender a aprender llegará también, con menos fuerza, al preescolar y su punto medio estará en el modelo de clase “flip“, en el que el estudiante “aprende una parte” sin la presencia del tutor-maestro-docente-profesor, y otra la “aprende” con su asesoría.

Ejemplificando, … comenta
“estudiantes que estén buscando temáticas más específica o lenguas no ofertadas por su institución pueden complementar (supplement) su experiencia intraescolar con clases en línea -incluso con cursos abiertos masivos en línea- que resuelven la instrucción que no es en línea” (traducción del autor).

Como se expone en la teoría de la educación en línea, Frey argumenta que el docente será experto en la creación de materiales para la enseñanza y el aprendizaje, pero no necesariamente tendrá que “estar presente” para el momento en el que el material sea utilizado.

Sentidos, para qué os quiero

Aprendemos estableciendo una conexión sensitiva-sensorial…-sinestésica con la información que se nos presenta. La narración como tipología textual de la conversación es el método más comunmente usado en las aulas de clase (y fuera de ella), desde Sócrates con la mayéutica (hasta los videos y materiales que encontremos tipo Khan entre otros).

El aprendizaje esde este modo, la realización de una capacidad que es reconocida por una comunidad específica. En palabras de Couros y Downes, nosotros reconocemos lo que entendemos por la forma en la que lo usamos en nuestra comunidad, red o grupo social.

Si enmarcamos el conocimiento como el uso aplicado de la información y ésta como la forma estructurada de organizar datos, reconocemos que todo lo que nos rodea y con lo que nos comunicamos es información. Por lo tanto, cualquier experiencia que tengamos nos enseña algo, y en el marco de la formación-institucionalmente-promovida tanto un juego como una aplicación móvil intencionada resulta un vehículo de enseñanza-aprendizaje.

Hace mucho leía y escribía que todo aprendizaje comienza con una pregunta, y que es menos frecuente y económicamente rentable que sea al contrario: que el aprendizaje lleve a las preguntas; pero ¿aprender para qué? ¿para el examen de mañana? ¿para “ser mejor”? Aprender para toda la vida (longlife learning).

 Si ya somos conscientes de la enorme posibilidad de este enfoque: “información” como fuente de conocimiento. El docente se convierte de forma sustancial en un generador de experiencias de aprendizaje por medio de la curaduría, la aplicación de enfoques para la solución de necesidades de aprendizaje. En algún momento llegué a pensé en que el docente debe tener algo de “marketero”, y en los demás me convencí de que así es. Tenemos que convencernos y convencer a nuestros estudiantes que lo que nos une (la información para aprender) no debe resolver solamente un problema de semestre, ni de carrera o currículo: debe ser asumido con pasión y persistencia para que lo aprendido no se diluya con la transcripción de una nota al kárdex.

Pero si estamos de acuerdo con que tanto el estudiante como el docente pueden (deben) aprender también y más fuera de las aulas que en las experiencias que el docente propicia para su desarrollo, las notas no podrán ser muestra de este aprendizaje “hibrido” hasta tanto reconozcan que el aprendizaje no es solo lo que ronda la escuela, así como tampoco es tarea exclusiva de los docentes.

 Solo queda preguntar, si…


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