Nada mejor que darse el capricho de hacer una pizza casera entre semana. Es tan relajante y es todo un gusto (para mí) el amasarla, el dejarla reposar, encender el horno, estirarla, poner los ingredientes que quiero encima y… pal horno. Qué gustazo, señores! Además es ideal para cenas informales con los amigos o la familia, con risas y cervezas en el medio. Ésto, ésto es para mí la verdadera felicidad.
Y aunque las masas de pizza compradas son muy cómodas, nada se puede comparar con una masa de pizza hecha en casa. NADA.
Os dejo la receta paso a paso. Disfrutadla mucho! ;)
Ingredientes:
- 180 gr. de harina de fuerza
- 120 gr. de agua templada
- 5 gr. de levadura en polvo especial panadería (yo utilicé ésta de Vahiné)
- un buen chorro de aceite de oliva
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada (no colmada) de azúcar
Modo de preparación:
- Mezclamos en un bol la harina con la levadura, el azúcar y la sal. Hacemos un volcán (un agujero en medio) y echamos el agua y el aceite de oliva, y mezclamos bien con una cuchara hasta formar una bola de masa manejable.
- La volcamos encima de la encimera, previamente enharinada y la amasamos estirando los bordes ligeramente hacía dentro y aplastando con las palmas de las manos.
- Ponemos la masa en un bol, la tapamos con un trapo, y dejamos que fermente en un lugar cálido. Tiene que doblar su tamaño en aproximadamente 30- 40 minutos.
- Tras la fermentación la volvemos a amasar (la mesa de trabajo debe estar siempre enharinada), la estiramos con el rodillo y le damos la forma que queramos (y respectivamente el grosor- más finita o más gordita; aquí ya, para gustos, los colores.) . Ahora podemos hacer nuestra pizza casera al 100%!