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Máscara veneciana.Capítulo 7

Publicado el 06 junio 2016 por Daniela

Máscara veneciana.Capítulo 7
Capitulo 7
Allegra volvió a sentir la caricia de esos labios con lo que muchas noches había soñados y era un beso dulce, calmado que la lleno de una paz desconocida hasta entonces. Ben rompió suavemente el beso mirándola directamente a los ojos durante varios minutos.
―Ni siquiera sé por dónde empezar Allegra ―ella se percató de que su voz era suave y no tenía acento italiano como esperaba.
―Lo sé no es mi intención ocultarte nada quiero que entiendas las cosas que pasaron y las que he vivido desde aquella noche.
Ambos se dirigieron al sofá Ben le tomó la mano y ella sintió una calidez que le recorrió todo el cuerpo.
―Ben antes de…,antes me dijiste que me buscaste ¿Por qué?.
Ben se acercó y miró esos ojos verdes que lo perdieron esa noche y que tenía la sensación lo seguirían haciendo.
―Princesa ¿Crees que después de la noche que pasamos no lo haría? Pero todo fue en vano ya que nadie me pudo ayudar y cuando me entere de que los Cooper tenían una hija descarté esa idea de inmediato al saber que era adolescente.Nunca deje de buscarte y entonces pensé que si me instalaba aquí tendría más posibilidades de encontrarte.
Allí ante ella estaba el hombre que había deseado y que había tenido. Su piel… la recordaba suave y tentadora.En ese momento no pudo controlarse y alzo una mano a su mejilla.
―Quizás cuando te cuente porque estuve contigo esa noche cambies de opinión.
Allegra le contó sobre sus sentimientos al tener que hacerse cargo del imperio Cooper. Ben la oía atentamente como si quisiera descubrir todos los secretos de esa mujer. Mentalmente se dijo no “esa mujer” sino “mi mujer”, que sentido tenía negar eso más tiempo cuando se pasó la noche entera soñando con como habían hecho el amor.
―Sé que de seguro te parece una locura lo que tenía planeado y solo puedo decir a mi favor que era demasiado joven y algo fatalista―Allegra sonrió y el corazón de Ben se paralizó ante la belleza de su sonrisa.
―Estas muy callado ¿Me odias? ―susurró más para ella que para él
―Mírame Allegra―dijo tomando su rostro―.Jamás podría odiarte. ¿Como podría odiar a la madre de mi hijo? Es sólo que llevo todos estos años soñando con encontrarte y ahora no sé cómo actuar.
―Es comprensible yo no reaccione muy bien ayer. Hoy al poder contarte todo lo que paso me siento mucho mejor.
Allegra se levanto y fue hacia la ventana.
―No espero que entiendas los caprichos de una niña de dieciocho años, en su momento lo vi como algo que no tendría consecuencias. Alessandro es lo mejor de mi vida nunca me he arrepentido de tenerlo y cuando lo conozcas te darás cuenta de porque es así.
Ben seguía en el sofá escuchando pero un impulso superior a sus fuerzas se apodero de él y al verla de espaldas a la ventana le susurro al oído
―Princesa te daría el mundo si me lo pidieras. No te haces una idea de lo que te busque durante años, te volviste una obsesión para mí. Fuiste la única esperanza a la que me aferre las noches más difíciles de mi vida.
Allegra se dio la vuelta sintiendo su aroma, podría ser una locura pero era tal como lo recordaba. Lo miro a los ojos y apoyó la cara en su pecho, él la rodeó con sus brazos de manera protectora y siguió hablando.
―Cuando te conocí en la fiesta tenía veintitrés años y al igual que tú soy hijo único.Evadí todo el tiempo que pude mis responsabilidades pero cuando regrese a Italia empecé a trabajar con mi padre. Él era italiano y mi madre inglesa. Lamentablemente fue un matrimonio de conveniencia aunque siempre tuve el amor de los dos de eso no me quejo.
Ben seguía contándole su vida y pensó que era la primera vez que confiaba en alguien totalmente. Ese sentimiento le permitió seguir ya que sabia con seguridad que hacia lo correcto.
―Mis padres decidieron que las empresas pasarían a mi dirección y no puedo decir que no es lo que yo quería.Pero lo que no me gustaba era el ambiente frívolo de la sociedad inglesa por eso iba solo lo estrictamente necesario a esa clase de eventos.Para mi era una tortura, estudie en Londres durante algunos años pero al terminar volví a Italia donde comencé a trabajar con él.
―Es extraño que nunca nos hayamos encontrado en algún evento.
―Conocía a tus padres pero solo de nombre y sabía la fama de la empresa Cooper. Como verás no soy muy afecto a las reuniones sociales pero como la invitación que tus padre enviaron a los míos decía que era una fiesta de máscaras venecianas accedi.Además mis consejeros me advirtieron que era posible invertir en los hoteles Cooper por lo cual asistí sin protestar. No podía defraudar a mi padre y me interesaba mucho la inversión en los hoteles.
―La velada no fue como la esperabas ¿Verdad? ―Allegra le ofreció una sonrisa sensual sin pretenderlo.
―Princesa ni te imaginas creo que no logre encontrar paz desde entonces―rió y el sonido de su risa fue tan familiar para ella―. Vine al día siguiente a buscarte pero nadie pudo decirme nada. Me miraban como si estuviera loco y créeme esa impresión di.
―Mi madre insistió en visitar algunos amigos en Grecia y cuando algo se le pone en la cabeza es imposible.
―Volví a mi hotel y recibí la llamada de mi abogado diciéndome que mis padres murieron en un accidente automovilistico.Mi mundo se destruyó en ese momento no sé cómo pude soportar tanto dolor. Tu recuerdo me ayudo mucho.
―¿En serio? ―Allegra lo miraba como si no creyera sus palabras
―Sí. Al principio fue todo muy rápido tenía tanto que hacer pero cuando las cosas estaban ordenadas y tome el control de las empresas la soledad cayó fuerte en mi casi aplastandome.Solia recordarte y demorarme en cada detalle de esa noche. Recordaba la sedosidad de tus cabellos, tus ojos verdes que se oscurecían cuando hicimos el amor.
―Yo también te recordé todos estos años. Alessandro tiene tus ojos. Gray me dijo que los conociste ayer ¿Qué sentiste? ―se aparto un poco para mirarlo.
―Me sentí el hombre más afortunado del mundo, no me atreví a presentarme. Al verlo me paralice, como dices tiene mis ojos y su cabello es castaño como el tuyo―sin pensarlo tomo en sus manos un mechón de su cabello.
―Pospuse todo lo que pude hablar con él sobre su padre pero durante la fiesta de cumpleaños me preguntó si su padre vendría―Allegra tomo su mano y lo llevo al sofa.Al sentarse y mirarlo se dio cuenta de que era tan natural estar a su lado―.Si estás de acuerdo hablaremos hoy con él y le diremos que eres su padre―ella lo miraba esperando su reacción para su asombro el sonrió.
―Estoy de acuerdo―dijo él y la vio muy sorprendida―.Tu cara me dice que no esperabas esto ¿No es así?.
―Disculpa si parezco sorprendida y si, no esperaba esto.No es que tenga experiencia en este tipo de situaciones ni en muchas cosas―al decir eso se arrepintió.
―Comprendo el hecho de que tus padres y Grayson cuidaron de ti y nuestro hijo pero…―Allegra no pudo evitar que una lágrima cayera.
―Lo sientó es que sigo siendo inmadura en algunas cosas y muy sensible―él le limpio la lágrima con sus labios. Allegra se derretía en sus brazos pero se obligo a calmarse.
―Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar y a diferencia de lo sucedido antes esta vez no hay fuerza en el mundo que me separe de tu lado. Esa noche jugamos con tus reglas pero a partir de ahora jugaremos con las mías y espero que esto te quede claro―sus ojos se endurecieron y Allegra se levanto del sofá intentando apartar su mano de la de él pero se lo impidió.
Allegra no sabía si sentirse enfadada o encantada pero no tenía muchas defensas contra esos ojos negros.
-Contéstame Allegra y sé sincera ¿Hubo en este tiempo otro hombre en tu vida? ¿En tu cama? ―Ben pensó que ella le daría una bofetada, sabía que la merecía.
―No a las dos preguntas. Comprendo que lo preguntes y ¿Sabes algo Ben? Yo no necesito preguntarte lo mismo tus ojos me dicen que si bien hubo mujeres en tu cama siempre fue a mí a quien llevaste en tu mente ―Allegra lo miro desafiante y él le dijo.
―Entonces eres mía Allegra―y selló sus labios con un beso posesivo marcándola como siempre quiso hacerlo. Sin aliento la apartó y se miraron entre sonrisas, Ben se dio cuenta de que se había echo el tatuaje.
―Te hiciste el tatuaje―fascinado descendió a su cuello para besarlo y ella hundió las manos en sus cabellos. Pero la puerta se abrió y su hijo entró.
―Mami ¿Quién es él? ― Allegra miro a Ben en busca de ayuda y él se arrodillo ante Alessandro
―Hola Alessandro me llamo Ben y soy tu padre.
Allegra vio como Ben abrazaba a su hijo y lloró de alegría ante la imagen más dulce del mundo.

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