Maternidad esencial, pura y consciente

Existen las modas, las tendencias, los cambios... a veces para bien, a veces para mal. Es verdad, en algunas oportunidades es con "la mejor intención", Pero cuando algo no va, es porque no funciona, entonces se hace necesario cambiar. Nunca se podrá volver a lo anterior exactamente como era, la buena noticia es que se puede volver a una versión mejorada de lo anterior.
Estoy hablando, en este caso, del parto natural, del colecho y de la lactancia materna. Hace miles de años las mujeres venimos pariendo del modo natural, colechando y dando la teta como algo natural. En nombre del progreso (que acá no se discute si es bueno o malo, es simplemente progreso), se pusieron de moda la cesárea, la habitación en donde el bebé debe dormir solo "para que se independice" (digo yo, ¿hace todo todo solo? ¿se baña solo? ¿se cambia los pañales solo? ¿va a la guardería solo? ¿no? ¿entonces de qué independencia hablamos?) y también se puso de moda la mamadera (o biberón) no sea cuestión de perder tiempo dando de mamar.
Y lo que me sorprendió gratamente de conectarme a este mundo virtual de madres, poblado de "redes de madres" que forman una "cibertribu", es el retorno a lo natural... entre todas estamos luchando por lograr un parto respetado, natural, y hasta en casa; durmiendo sin culpas con nuestros niños; y dando la teta con mucho orgullo. Es decir, sí, volvemos "a lo de antes", pero con consciencia, queriendo hacerlo. Porque sabemos sin dudas que es lo mejor. Y no nos hace falta ningún doctorado universitario ni escribir un best-seller sobre eso. Simplemente... escuchamos a nuestro corazón.