Revista Talentos
Ana Paula fue la única que no huyó de los primigenios. Haciendo esfuerzos sobrehumanos, atrapó a uno de los monstruos. Le desgarró la piel; debajo estaba Yog Sothoth, a quien también desolló vivo; debajo estaba Nyarlathotep y debajo Cthulhu. Al fin, apareció Miguel Lupián, por quien se desgarró las vestiduras.