Ayer mismo les hablaba de la siesta. Hablaba de ese momento tan delicioso en el que los peques duermen plácidamente para alegría de sus papis. Hoy a colación del temita de marras traigo esta entrada relacionada con la dulce y placentera siesta.
¿Siesta? se preguntarán algunas. ¿No vas a hablar de dibujos animados? se preguntarán otras. Y sí, de siesta y de dibujos animados. Bueno, personajes de dibujos. Hay síndrome de Peter Pan, complejo de Cenicienta y ¿por qué no una clasificación basada en estas famosas abejitas que vuelven a aparecer en 3D en nuestras pantallas cada tarde?
¿Cuáles serían las características de un niño Maya?
Un niño Maya es un niño juguetón, vivaracho, siempre en busca de aventuras, travieso, poco dormilón, venga un niño de lo más normal. Un niño que prefiere divertirse antes de acostarse a descansar. Un niño con las pilas siempre cargadas. Un niño que ve una aventura en su salida al parque. Un niño , que a pesar de sus locuras, tiene buen corazón para ayudar a los demás. Eso es lo que hacía Maya, ¿no? Era una locuela de buen corazón que ayudaba a otros bichos aunque se metiera en problemas.
¿Y el niño Willy?
El pequeño Willy es un niño tranquilo, bonachón, que pasa de buscar aventuras, sus salidas al parque son salidas al parque, no una búsqueda de dragones, ardillas, saltamontes...se mete en líos arrastrado por los demás. Es fiel amigo, no sabe decir que no a sus amigos aunque se meta en líos no buscados ni deseados. Es un niño que hace siesta, se entrega a los dulces brazos de Morfeo con mucho gusto y por las noches se va a la cama a su hora para cumplir con las horas reglamentarias de sueño.
Yo lo tengo claro mi piojo es una Maya locuela y tu peque, ¿es maya o Willy?
Besitos avainillados