McEnroe - Tú nunca morirás (2009)

Sacudiéndote la tristeza
Lo que me ha costado escribir sobre este disco. Cada vez que me sentaba ante el ordenador escuchándolo acababa hipnotizado. Es difícil no hacerlo ante semejante colección de canciones, y todavía más difícil tener la capacidad lingüística de expresar en tan solo unas líneas lo que despiertan en mí.
Descubrí a McEnroe con Mundo Marino (2008), su segundo largo, en el que mostraban en pinceladas la excelencia que han conseguido con Tú nunca morirás, un disco hecho desde y para la melancolía.
Desarrollos largos, guitarras distorsionadas. Ambientaciones tensas, dolientes, inevitables. ¿”Escribir canciones en servilletas de cafeterías desiertas” no es lo que haría un perdedor? Sin embargo no se puede ser un perdedor si de uno salen canciones tan emocionantes como El alce, Los veranos o la épica (casi asfixiante) Naoko.
Los valientes y Tú nunca morirás son quizás los 2 temas más directos del álbum, el segundo de ellos con la colaboración una vez más de Miren Iza (Tulsa), que interpreta en su totalidad un tema que en un principio estaba ideado en una producción a dos voces. A vista de los resultados es obvio que nadie se atrevió a añadir una segunda voz.
Miren también pone los coros en otro de los temas que hacen grande al álbum, La noche de San Juan: “Saber seguro que hay gente como tú por los parques, que cambiarían mi vida en un instante” es una de las muchas frases de este disco que se me han quedado grabadas a sangre.
Y es que a pesar de la fantástica producción de Abel Hernández (El Hijo, Migala), el punto fuerte de los nueve cortes que conforman Tú nunca morirás son sus letras: tan reales, tan cotidianas, tan jodidamente dolorosas…
Escúchalo en Spotify