Demasiado cemento Guayaquil, me das pena, te han vuelto gris, el verdor de los centenarios arboles que otrora adornaban parterres fue talado con la criminalidad del que cree que poner palmeras le iba a dar un toque mayamesco. Me dueles Guayaquil donde los armastrostes tipo “la perla” le dan un aire de feria, es maquillaje para un cadaver. El rio muere de pena, el estero putrefacto que le daria un razon al turista para venir a Guayaquil se cubre con horrendas estructuras de Guayarte. El regeton en parlantes es la “cultura” de mi pobre Guayaquil. El boulevard 9 de octubre es un simple y horrendo paseo shopping tomado por los almacenes de electrodomesticos, cuando podria ser un paseo lleno de cafeterias al aire libre, amplias veredas llenas de artesanias, galerias de arte, musicos, teatro. No, a Guayaquil se le niega lo bohemio para darle tarimas con tecnocumbieras semidesnudas y más adoquín. Juegos para niños que consisten en piedra chispa y más palmeras escualidas que llevan un % de ganancias para quienes las incluyen en las areas verdes. Desde Google Earth Guayaquil se ve gris, triste, asfaltada y cancerígena. Y la gente abraza su cemento, se aferra a sus adoquines, vota por los mismos que talan arboles y echan a la alcantarilla los productos que viejecitas de la tercera edad venden sin permiso municipal. Guayaquil, me das mucha pena, tus gobernantes te han esquilmado, han llenado de Fundaciones que no son mas que fachadas que evaden impuestos y cobran por el uso de las obras publicas. Hay que pedir permiso a la autoridad para tomar una foto con camara semi profesional en un malecón que tiene dueno: la municipalidad. Hay que evitar besarse en areas regeneradas, eso ofende a los madera de guerrero que con garrote en mano encarnados en los guardias de seguridad que evitan las muestras de carino entre quienen osen visitar el malecón y quererse besar frente a la ria. Guayaquil, 4 años mas del mismo cancer, que tristeza siento, seguirás sepultada entre el cemento, adoquín. Tu estero seguirá muerto. Espacios verdes se volverán parques encementados con franquicias que venden cosas. Porque las caminatas en los parques son gratis y no benefician al cabildo. Hay que colocar más glitter, más armastrostes como La Perla para que el guayaco sabroso se tome selfies. Otros horrendos armastrostes como el monumento a la venta ilícita de drogas en la Avenida de las Américas. Los espantosos pasos elevados que priorizan al vehículo sobre el peatón. Guayaquil sin veredas ni parteres, sin arboles ni veraneras, sin pájaros y sin artistas callejeros, sin murales y sin cultura. Guayaquil, tu gente es tu destrucción, pues votaron por la continuidad del garrote. Tu gente es tu destrucción porque no saben ni siquiera dejar la mesa donde comen libre de desperdicios. Tu gente es tu destrucción porque nadie se quejó cuando alguien murió atropellado por la metrovía. Tu gente es tu destrucción porque no veo a nadie protestar por los árboles que se talaron en la Atarazana, por le Hospital del nino. Tu gente es tu destrucción porque se encandelillan con el oropel y el adoquín. Porque piden malles en lugar de exigir parques con arboles nativos. Porque piden regeton en lugar de disfrutar del canto de las aves. Tu gente es tu destrucción, Guayaquil de mi alma, me viste nacer, pero no quiero envejecer viendo como te siguen sepultando en más cemento. El día que me vaya, no miraré atrás. Te has vuelto inhabitable mi otrora hermosa Guayaquil.
He escrito este texto sin respirar, y lo publico sin editar. Ojalá yo me equivoque. Pero me temo que Guayaquil se condena a más de lo mismo, y los eternos olvidados serán el rio, el estero y los cerros.
© 2019, Pitonizza Punto Com. Licencia de uso: Atribución-SinDerivadas CC BY-ND
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