Me colma el cielo, me seduce su temible inmensidad
más que su color sereno.
Me colma el cielo, me seduce el infinito,
pero me maravilla tu nombre.
Por ejemplo, la cruz junto a la absurda letra.
Me colma el cielo pero más me inunda y envuelve
pronunciar la mezcla de jubilosas letras
y sinfónico alfabeto.
Me colma el cielo pero me gusta tu nombre.
DE: BITÁCORA DE LA FELICIDAD Copyright © 2014 Rogger Alzamora Quijano