Revista Diario

Me lié

Publicado el 16 mayo 2010 por Volando

Que levante la mano aquel que alguna vez ha salido a tomarse algo y se ha liado. A ver...lo que yo imaginaba, no veo ninguna mano! Y es que es tan fácil que te lien...

En mi pueblo, lo más típico es que te lies desde bien temprano; si sales a las cañas ya estás liado. Lo normal es empezar allá las doce y media o una (aunque se puede aplazar hasta las dos y media o tres si la parranda de la noche anterior no te permite levantarte sin sentir que te vas a caer redondo al suelo) y acabar cuando el cuerpo no te permita alzar el CUBATA que inconscientemente tienes en la mano. Si amigas y amigos, en mi pueblo te lias tanto que empiezas con las cañas, sigues con el café, después la copa de rigor, un par de martinis con aceituna (bueno, ésto sólo mi amiga y yo, que somos muy de city) y a continuación los cubatas y chupitos. No te hace falta ir a casa na más que a ducharte y cambiarte para la noche, si es que es viernes, sábado o fiesta!

En Valencia es distinto. Al menos para mi, ya que lo de mi pueblo es más una liada esperada, es decir, que sabes que va a pasar si o si en el momento en que el camarero te empieza a invitar a rondas. En Valencia son totalmente inesperadas. La escena suele ser la siguiente: tu te encuentras tan agusto tomando un par de cócteles con tus amigas, hablando tan tranquilamente. Se ve a la legua que no pretendemos salir de fiesta pues:

1. No llevamos la ropa debida.
2. No llevamos el maquillaje debido.
3. No llevamos taconazos!!

(Y todos sabemos lo importante que son estas tres cosas.)

Aún así, el típico relaciones públicas de la discoteca X viene y, por arte de magia, te saca un puñadito de flyers con los que te promete la entrada gratis, una consumición, el oro y el moro. En situaciones normales nuestra reacción es la de sonreir, dar las gracias y guardarnos las entradas al paraiso en caso de que el sitio en cuestión sea de nuestro agrado o de tirarlas disimuladamente cuando el relaciones sale por la puerta en caso contrario.

Pero claro, no todos los viernes suceden como una situación normal, sobretodo si tienes una amiga que se ha ido a cenar con los compañeros de trabajo a celebrar su cumple y la recoges bastante perjudicada. Además, si le añadimos que viene una de sus compañeras, igualmente perjudicada, que es la alegría de la huerta, que tienen unas ganas de fiesta en el cuerpo impresionantes, y que encuentras a un grupo de amigos que también van a dicha sala...el resultado es estar desayunando a las siete y media de la mañana una porción de pizza barbacoa :D.


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